Tequendama.
Por: Arturo Neira Gómez (1).
¡Cómo olvidar el Salto! Hasta mediados del siglo XX eran frecuentes los paseos familiares al Tequendama. Ante su decadencia y ruina ambiental, derivada de factores adversos de tipo estructural e histórico, propios de la sociedad colombiana, apremia la obligación ética y ecológica de encontrar con urgencia la ruta a emprender, para salvar el río Bogotá y recuperar la otrora maravilla natural.