Pipe

A propósito del 30 de agosto (Día Internacional de los Desaparecidos)

Por: Paola Cervera Quintero

No está tan sencillo esto de vivir, más si naciste en un país de esos que por no ofenderlos, los llaman en vías de desarrollo. El pobre trabajaba fuertemente cuando podía, y no tenía ni siquiera la posibilidad de acceder a un trabajo estable, sino de aquello que se presentara, sometido al azar siempre. No era tonto, no era vago, no era deshonesto, pero parece ser que nada de esto era importante. Para agravar la situación, todos culpaban a cada individuo por su fortuna o su pobreza, lo que lo hacía sentir un poco más desdichado cada vez.

Él no quería tener hijos, ¿para qué?, realmente no sentía arraigo en una tierra que no le permitía echar raíces, pero que tampoco le permitía irse. Se ataba a la vida cada semana con la alegría de sus amigos. Sí, los mismos con los que había ido al colegio y de los cuales, algunos estaban en la misma situación de él, mientras que otros habían conseguido trabajos poco interesantes y monótonos que les absorbían la vida como si de eso se tratara su manufactura.

Estos últimos no sabían ni siquiera un oficio.Atrapados como pequeñas piezas del sistema, no podrían fabricar un producto completo, eran ensambladores de partes, hoy de muebles, mañana de electrodomésticos, ensamblarían lo que les pidieran.

Su país no le dio mayor cosa para que se defendiera, a duras penas le proporcionó una educación mediocre, la cual no podía competir con la educación de los chicos más favorecidos. Buena salud tenía, porque es un hombre fuerte, pero cuando quería ir al médico prefería no hacerlo pues las filas eran enormes y le tocaba pagar mensualidades desproporcionadas por un servicio mediocre que le daba ibuprofeno.

Cuando estaba desempleado, mientras buscaba una nueva ubicación laboral, jugaba fútbol con sus amigos, e iba a la playa para ver los atardeceres y disfrutar de la vida sin hacer daño a nadie, por lo cual a veces era tildado de vago y de mediocre.

De esa manera pasaba su vida, entre empleos temporales, pobreza, exclusión y un poco de diversión. Pipe soñaba con estudiar en una universidad, quería ser psicólogo, pero en su país educarse era costoso y las universidades públicas eran un sueño. ¿Si apenas podía sostenerse, cómo iba a hacer para estudiar? No, esa no era una posibilidad.

Una noche, al regresar de la playa, llegó la policía de su ciudad a pedirle sus documentos, él los entregó sin miedo pues no era culpable de nada, y con una sonrisa pidió que se los regresaran. Lo que no sabía Pipe era que sus vecinos habían dado quejas de un grupo de chicos que “vagaban” por las calles y estaban sindicados de robo. Todo apuntaba a que el grupo de jóvenes era el de Pipe, por lo que la Policía, sin hacer más, averiguaciones se los llevó.

Fue muy confuso e injusto. Pronto llegaría a un penal donde los metieron sin más ni más a una celda fría y oscura, allí esperaba poder hablar con su familia, a lo que le dieron posibilidad. Habló con su madre, quien no podía hacer nada para ayudarlo. Duró una semana allí adentro.Se supone que pronto le darían un abogado y esto terminaría, pero algo extraño sucedió.

La celda en la que estaba era usada por 13 hombres más, todos de la misma zona, con edades similares y sindicados de delitos parecidos al de Pipe. Uno de ellos estaba desesperado, había fabricado un cuchillo con una pieza de metal que tenía a su alcance y se lanzó contra Pipe sin razón alguna.

Todos empezaron a pelear, aquellos que portaban armas caseras las utilizaron y la celda se convirtió en un campo de muerte y confusión, ¿qué había ocasionado esta reacción?Nadie lo sabe, pero lo que sí se supo es que murieron tres chicos, pues el penal no los atendió oportunamente y se desangraron, entre ellos estaba Pipe.

¿Qué hizo el penal cuando la mamá de Pipe fue a preguntar por él? Negar su existencia, para no asumir su responsabilidad, y decirle a ella que su hijo vago le había mentido y que podría estar botado en cualquier zona vagando o haciendo fechorías con sus amigos.

De esta manera, Pipe se convirtió en uno más de los desaparecidos que día a día ocurren en nuestros países, de los cuales nuestros gobiernos son lamentablemente responsables.

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