Venta acciones EEB - negocio de Peñalosa.

Editorial del programa radial El observador social, del 5 de noviembre pasado.

La “Ciudad para todos” de Peñalosa tiene entre sus objetivos la venta de las tres grandes empresas de servicios públicos de la ciudad. Con el consentimiento del gobierno nacional, la complacencia de las grandes multinacionales interesadas y el regocijo de las empresas y consorcios privados que se favorecerán con los negocios derivados de la privatización, el Alcalde –con la complicidad de los concejales pertenecientes a distintas bancadas que son incondicionales a su política–, inició el itinerario para concretar su propuesta de ciudad de grandes obras con participación privada y atractivas negociaciones.

Para tal fin, desde su llegada al poder la administración Peñalosa ha desplegado una amplia campaña publicitaria para pregonar los supuestos beneficios que en rentabilidad, modernidad y utilidad representaría para la ciudad tales negociaciones. Aduciendo la necesidad de un Estado flexible en normas y políticas, horizontes de inversión condicionados por las fluctuaciones del mercado global y la superioridad tecnológica de los consorcios internacionales, justifica el cambio de la utilidad social a la económica del nuevo escenario de prestación de servicios públicos

El Concejo ya autorizó al Alcalde de Bogotá a mitad de año con el Plan de Desarrollo vender toda la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB).

El caso de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) que es la casa matriz del Grupo Energía de Bogotá, creada en 1896 con el objetivo de proveer servicios de generación, transmisión, distribución y comercialización de energía. Desde ese entonces ha venido mejorando la prestación de sus servicios a partir de la ampliación de sus instalaciones y su vinculación a diferentes campos del sector.

El Grupo Energía de Bogotá, controla nueve filiales y realiza la actividad de transporte de electricidad en el país, controla la mayor empresa transportadora de gas natural del país (TGI S.A.) con infraestructura de gasoductos de 4.000 kilómetros que atiende a las principales ciudades del país.

La EEB ganó $924.000 millones en 2016, un aumento del 88% frente al 2015; sus ganancias aumentaron en transporte y distribución de gas natural que creció 140% gracias a un mayor número de usuarios conectados, y el año pasado fue la tercera empresa del país con 1,1 billones de pesos en dividendos. Peñalosa con la venta del 20% de las acciones por 3,4 billones de pesos, pretende construir ocho proyectos viales como las entradas y salidas a Bogotá, la ALO, la calle 13 y la calle 63, el nuevo sistema de trolleys y buses eléctricos para unir Soacha con el norte de la ciudad, que generará 114.290 empleos, de los cuales 58% son directos

Peñalosa señala que es una propuesta gana-gana para todos, empresa, ciudadanos y la ciudad. Argumenta que la empresa se va a democratizar al aumentar la participación directa de los ciudadanos en la empresa que hoy suman más de 3.300 accionistas, con un gobierno corporativo y transparente, más accionistas privados que dan independencia a su Junta Directiva y la blinda de los manejos politiqueros. Ofrece 200 kilómetros adicionales de infraestructura de transporte y espacio público, e inversiones en el sistema de transporte que reducirán tiempos de viaje en 48,6 millones de horas en transporte privado y 79,5 millones de horas en transporte público, con disminución de la contaminación ambiental

El Concejo de Bogotá considero la propuesta sin un estudio previo de valoración y con información parcial. La venta accionaria es un proceso de entrega del patrimonio nacional, la subasta de lo público es privatización, es un mal negocio se va a cambiar un activo altamente productivo que se refleja en la evolución de los precios de las acciones y al invertirla en movilidad la rentabilidad va a ser muy baja, prácticamente cero, cuando estando donde está puede ser del 10%. Es como abrir un hueco para tapar otro, porque en el Plan de Desarrollo quedó establecido que una parte de la fuente de financiación serían los $5,5 billones provenientes de las utilidades y rendimientos de las empresas públicas.

Las privatizaciones lo único que dejan es miseria, desfinanciación y más impuestos. La empresa no le pertenece a la alcaldía de la capital, sino a todos los bogotanos, a quienes SINTRASERPUCOL y los trabajadores de la Empresa del Acueducto de Bogotá llaman a rechazar y detener la venta de ese patrimonio logrado por la presencia y crecimiento de la EEB y gracias a la entrega de sus trabajadores durante sus 120 años de existencia.

Compartir