Los malabares para vender Isagén

Tomado de: El Espectador
Los malabares para vender Isagén . Por: José Roberto Acosta 2015-03-06.
El ministro de Hacienda ha justificado el proceso de venta de Isagén con imprecisiones que, si sigue repitiendo, se convertirán en mentiras y no sólo malabares.
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Primero: decir que las controversias jurídicas que frenaron el proceso el año pasado ya se definieron no es cierto. El Consejo de Estado no ha fallado de fondo la acción de nulidad contra el decreto de venta que originó inicialmente una medida cautelar que bloqueó la privatización, pero que posteriormente fue levantada al considerar que, si el fallo declara nulo el decreto de venta el negocio se revertiría, algo inconcebible, pues todos sabemos que, una vez adjudicadas las acciones al comprador, éste no las devolverá sin mediar demandas multimillonarias contra la Nación.

Segundo: decir que se trata de cambiar un activo por otro no es correcto, pues, como se aprende en cualquier curso de banca de inversión, lo que se negocia en últimas son los flujos de caja del activo y, en este caso, aunque Isagén como activo seguirá en nuestro territorio, sus flujos de caja saldrán del país para nunca volver.

Tercero: decir que los recursos recibidos por la venta serán usados para construir infraestructura de 4G no es preciso, pues serán convertidos en créditos a los concesionarios que, construyan o no las obras, los recibirán con ocho años de gracia, convirtiendo a cero el actual flujo de caja cierto y recurrente de la Nación proveniente de las utilidades de Isagén. Ocho años para que este país desmemoriado olvide ese dinero y que su pérdida total, por cuenta de la siniestralidad de los concesionarios beneficiados, sea sólo un “tecnicismo” del libre mercado.

Cuarto: decir que el precio base de venta subió respecto al del año pasado desde $5 billones a $5,2 billones no es completo, pues mientras que con un dólar a $1.900 cualquier postor extranjero hubiera pagado US$2.600 millones en 2014, actualmente con dólar a $2.550 el giro en dólares equivaldría a solo US$2.000 millones. Un gran descuento para inversionistas extranjeros a costillas de los ciudadanos.

Quinto: decir que Isagén no es estratégica para Colombia es ocultar que el mercado energético en manos privadas exclusivamente es vulnerable a manipulaciones, como la que actualmente investiga la Superintendencia de Servicios Públicos respecto al “presunto incumplimiento de reglas del Mercado de Energía Mayorista” por parte de Zona Franca Celcia, perteneciente al más importante generador de termoenergía del país y relacionado con la licencia ambiental del proyecto Porvenir II, cuyas irregularidades he denunciado en mis dos artículos anteriores.

Sexto: decir que si no se vende Isagén no habrá infraestructura de 4G es desconocer otros medios de financiación, tales como mayor capitalización de la Financiera de Desarrollo Nacional o endeudamiento externo a las tasas de interés más bajas en muchas décadas.

Séptimo: decir que Isagén es un activo que ya cumplió su ciclo es ocultar el éxito que ha tenido por su buen manejo y expansión, como lo demuestra la entrada en operación de Hidrosogamoso, proyecto que podría seguir replicando en varias zonas del país que necesitan desarrollos de este tipo. ¿Nos quedamos callados mientras se repiten estas “imprecisiones”?

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