Miente, miente...
Por: Arturo Neira Gómez ***
I
La víspera de la conmemoración, a media noche, los internos fueron despertados en forma abrupta, encandilados por focos de linterna y bombillas del techo…
- Arriba, señores, salgan ya – voz del prefecto de disciplina -,no importa como estén, ¡silencio!
- Rápido, al patio, formar de inmediato, – Continúo diciendo -.
La institución no era una correccional ni una escuela castrense, era un colegio para niños y adolescentes del campo de la región central de los Andes colombianos, Colegio Departamental Francisco Julián Olaya de La Mesa (Cundinamarca) (1).
Mientras unos profesores los vigilaban, otros iniciaban la operación rastrillo en el dormitorio.
- Es por la salud y el bienestar de todos. – Se justificaban -.
De cuando en cuando, en la geografía patria se rompía la tranquilidad con estos procedimientos, generalmente antes de la celebración de alguna efeméride.
- Buscan cigarrillos y pornografía. – Cuchicheo un niño -.
- ¡Qué va!, buscan propaganda y libros de marxismo. – Aseguró otro muchacho, no recuerdo hoy exactamente si era del Líbano o de Planadas, municipios del departamento del Tolima.-.
II
Era el año 1964, habían transcurrido 7 años desde el Plebiscito del 57 que instauró el régimen del Frente Nacional y dio al “traste” con la violencia fratricida de mediados de siglo entre conservadores y liberales. De común acuerdo, la oligarquía de los partidos tradicionales, empezaron a turnarse cada 4 años el manejo del poder de la República. Apoteosis nacional, Cesó la horrible noche; al parecer al fin se hacía realidad este anhelo añorado desde la primera guerra civil del siglo XIX; pero no. Si bien el cese de la contienda bipartidista era un alivio y aliciente, desafortunadamente, prosiguió el despojo de tierras, los abusos de autoridad y la persecución, ahora enfocada contra los excluidos del pacto frente nacionalista: movimientos agrarios de campesinos e indígenas, especialmente.
En esos años 60, contra el mutismo y la desinformación oficial, no dejaban de llagar noticias frescas y directas a través de personas desplazadas y jornaleros trashumantes, sobre campañas contrainsurgentes adelantadas en el Tolima, Huila, Cauca, Santander y otros departamentos; se ejecutaba el “Plan Laso” (2) agenciado por Washington en el marco de la Doctrina de Seguridad Nacional.
En tanto, en el plano internacional, en medio de múltiples acontecimientos, lo predominante era el contexto de la Guerra Fría.
III
Gradas a reventar de niños, niñas y adolescentes de los colegios Departamental y la Presentación; abajo, en la platea, docentes, autoridades e invitados especiales. Primer aniversario del asesinato de Jhon F. Kennedy. El rector, académico y orador excelso, en representación del Ministro de Educación, lee el discurso – libreto, replicado ese mismo día en otros establecimientos del país. Homenaje al presidente norteamericano inmolado, fundador e impulsor de la Alianza para el Progreso y los Cuerpos de Paz:
- Prohombre preocupado por el desarrollo y bienestar de los pueblos – exaltaba el educador -, por preservarlos de las consecuencias de la revolución cubana y con ella de la amenaza de expansión comunista y atea en el continente…
La celebración transcurre sin inconvenientes; día soleado y fresco, esplendoroso. Hasta cuando, de la parte central y alta de las graderías, pegado al busto de Bolívar, asoma e irrumpe un joven de último grado con su voz huracanada mientras enciende un cigarrillo y desciende:
- Miente, miente, ¡miente!, ¡miente!
IV
Ha quedado del estudiante, estoy seguro que no solamente en este narrador, su figura, palabras y, muy en especial, flotando para siempre la pregunta sobre los motivos de su arrojo solitario, inusual y temerario. Bajó y cruzó frente al palco de honor, manoteando y retando el poder con un discurso por entonces incomprensible para la mayoría y quizás pleno de sentido para la minoría de los allí presentes:
- Yo denuncio la “Doctrina Monroe”, política exterior perversa de los Estados Unidos para los países Latinoamericanos conocida como “América para los americanos”: anexión de California, Nuevo México y Arizona entre 1848 y 1863, I Took Panamá 1903, Masacre de las Bananeras 1928…”.
Sus palabras pronto fueron ahogadas por el director quien retomó el micrófono y prosiguió su alocución en tono aún más fuerte.
V
No volvimos a ver ni a saber nada de nuestro compañero, tan sólo que fue expulsado del colegio.
Un lustro después, como radioaficionado, me pareció escuchar el timbre de su voz en una emisora de onda corta cuya frecuencia llegaba débil, se iba y retornaba, como ola solitaria en un mar picado, batallando por permanecer en el espectro radio estacionario.
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* Salvatore Sciarrino (1947), músico compositor italiano.
** Fuente: https://www.ticketea.com/entradas-exposicion-escher-retrospectiva-madri… Maurits Cornelius
Escher, Holanda (1898 - 1972).
*** Psicólogo y escritor, Bogotá, 1950
1 Nombre de la institución en homenaje al niño patriota, capturado y asesinado por el ejército realista durante la reconquista española.
2 “Plan Laso”, por la sigla en inglés Latin American Security Operation.