Los neuroderechos: proteger el cerebro y su actividad

Los neuroderechos son un conjunto de nuevos derechos humanos (o una progresión de algunos de los derechos humanos que ya se contemplan en la Declaración Universal de Derechos Humanos), cuyo objetivo es proteger el cerebro y su actividad, según avancen el desarrollo de la neurociencia y la neuro-tecnología.

¿Si lo que quiere es potenciar su cerebro y sus habilidades?, ¿O incluso quiere que sean modificados los recuerdos que tiene almacenados en su memoria? Pues ya lo puede hacer, aumente su capacidad cognitiva y estimule sus capacidades, poniéndose en manos de empresas como las de Elon Musk, participando en su proyecto Neuralink.

En cuestión de minutos; veinte exactamente, un robot le instalará un chip cerebral; la intervención es mínimamente invasiva; consiste en un dispositivo que se coloca en un vaso sanguíneo de la base del cuello y después de un viaje anatómico que lo conduce e instala en la parte superior de su cabeza este diminuto aparato, podrá empezar a recibir señales eléctricas que genere el cerebro.

Esta combinación de IA y Big Data en pocos meses de este año, permitirá el uso de dispositivos electrónicos desde el propio cerebro. Mediante el dispositivo se podrá determinar en forma exacta el estado de ánimo de la persona implantada (ciborgs[1]), e incluso permitirá inducir en este “humano” pensamientos determinados con el fin de que obre como en forma predeterminada lo quiera el creador del dispositivo. Esta nueva nanotecnología[2] se denomina “El Internet de los cuerpos” (IoB).

Con la aprobación hecha por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) desde julio del 2021, las empresas como las del magnate Musk, que empezaron ofreciendo esta tecnología para usos de contenido médico que facilitaría que las personas afectadas por ejemplo con parálisis, pudieran mover sus extremidades con solo pensar en moverlas, vio la posibilidad económica de convertir a los nuevos “humanos” como herramientas que compitan tú a tú contra los robots que se han creado.

Con la idea de mejorar la velocidad de acción y por medio de la transferencia de datos de su cerebro a la corteza motora, este nuevo modelo de ser humano, podrá enviar mensajes de texto, correos electrónicos, comprar cosas por internet y acceder a servicios digitales con su pensamiento.

Hasta aquí el tema parecería solo un tema del avance de la tecnología, y lo buena que es para el ser humano la prolongación y la mejora de la vida a través de ella, pero es tal el alcance y la magnitud del potencial del tema, que abre unas expectativas sobre los riesgos reales de manipulación e intervención directa sobre el ser humano. Hemos sido insistentes desde esta columna que el análisis de la tecnología es un tema central en la descripción de la historia, primero porque debido a que la tecnología es una de las fuerzas de producción, influye directamente en los modelos de producción y en los tipos de sociedad que con ella se forman, y segundo, porque el análisis siempre debe considerar que ella es un producto de la sociedad humana y NO se puede abstraer su creación, desarrollo, e implementación de las características sociales y políticas de la sociedad en donde se aplican.

Este desarrollo debe generar un estudio sobre el impacto, las oportunidades y los desafíos de la IoB con respecto a la promoción y protección de todos los derechos humanos.

La tecnología no es mala ni buena per se

Con estos avances de la tecnología debe existir un cuidadoso y sistemático estudio de la conducta humana en las ciencias de la vida y de la salud, este estudio debe examinar los efectos producidos en el ser humano, la sociedad y las naciones con respecto a los valores y los principios éticos y morales. Se debe controlar el quien, y el para qué, se quiere implementar

Como al aplicar esta tecnología se abarcan temas como la utilización de sistemas de reconocimiento de emociones del ser humano, el trato de los datos personales del estado emocional o psicológico, además el tema y riesgo por la invasión ilícita de la intimidad o privacidad de las personas, y situaciones que puede ocasionar discriminación, sesgos sociales, políticos, sexuales y religiosos, es importante la reacción del mundo.

El capitalismo a través de la tecnología ha modificado de forma sustancial la economía mundial, ha integrado mercados existentes y creado nuevos; y en los próximos años seguirá su crecimiento y su implementación en todos los procesos de producción.

Con La tecnología el capitalismo modificó la comunicación, la producción y los métodos de producir; modificó la producción de alimentos, la producción de medicamentos y los tratamientos médicos e incluso ha cambiado los métodos usados para la guerra.

El capitalismo ha utilizado el neoliberalismo y la tecnología para incrementar la acumulación mundial centralizada; esto lo ha hecho ayudado del poder del capital transnacional orientado en la explotación del trabajo barato, ha creado crisis en el área laboral, en el área alimentaria, en la subsistencia de la humanidad, en el medio ambiente, en el área energética, en áreas sociales como la política, la migración y los aspectos culturales, pero además ha promovido la idea de un pensamiento unidimensional, creando falsas necesidades.

De esta manera ha involucrado por medio de las redes sociales y todos los servicios que se ofrecen en la Internet, a todos los seres humanos en su sistema de producción y consumo, ocasionado que en la mente de las sociedades actuales no se conciba el desarrollo de las tareas de producción y de la vida misma sin las tecnologías.

Por estas razones, hay que considerar que en toda agenda progresista abordar este tema de la tecnología no es una tarea menor. Cualquier implementación progresista en forma radical debe enfrentarse a los sistemas de ordenamiento existentes que son avalados por intereses económicos poderosos.

La respuesta a cómo y de qué forma debe hacerse la implementación de los cambios ayudados por la tecnología, transformaran las relaciones de propiedad, desplazaran a mercados enteros o afectará sus cuotas de participación y la transición hacia un nuevo orden digital, y esto deberá ejecutarse mediante luchas políticas y sociales. Ahora la lucha no solo es por saber a quién pertenecen los datos, como se deben manejar los mismos, o saber si se debe delimitar el poder de las multinacionales tecnológicas , sino asegurar como la creación, el desarrollo y la implementación de la tecnología apoya el crecimiento de la raza humana, como protegerá al ser humano del debacle climático en que está el planeta tierra, pero además tendremos que abordar temas como la democracia digital, la ética y la bioética de la nanotecnología y de la inteligencia artificial por ejemplo, o de la robótica[3] o domótica[4] y especialmente ahora del IoB, abordando temas como la concentración del conocimiento, el manejo de la raza humana, la destrucción de algunos sectores económicos, las nuevas pautas de consumo, y desde luego, los nuevos modelos de división del trabajo y el comportamiento y orientación del trabajo sindical.