El Covid 19 y las Plazas de Mercado: una oportunidad para transformar el modelo de abastecimiento de Bogotá
Por: Luis Alfredo Muñoz Wilches
“Me criaron de plaza en plaza, yo crecí por los caminos;
Por: Luis Alfredo Muñoz Wilches
“Me criaron de plaza en plaza, yo crecí por los caminos;
Por: Arturo Cancino Cadena
Ya llegan a casi 6 millones los contagios de la pandemia y a más de 350 mil sus víctimas fatales de acuerdo con la OMS. Día por día la velocidad de propagación y número de fallecidos se multiplica. Poca gente cuerda y medianamente informada podría atreverse a negar los efectos devastadores que esta peste ha traído a la mayor parte de la población en todos los rincones de la tierra. Es claro que hasta que se disponga de una vacuna efectiva y al alcance de los más de 7.000 millones de seres humanos (o, mínimo, un tratamiento eficaz que neutralice las consecuencias graves de la enfermedad), el regreso al modo de vida anterior al covid 19 es por completo improbable. Pero las expectativas de contar pronto con alguna de estas herramientas sanitarias son muy vagas, a pesar de los esfuerzos de los científicos en Europa, China, Estados Unidos y muchos otros países, respaldados por cuantiosos fondos destinados a su trabajo. Y queda el problema de su producción masiva y de asegurar su distribución universal, sin lo cual el virus no podrá erradicarse.
La Red, surge en medio de la crisis originada por la Pandemia del Coronavirus, como un aporte de voluntades individuales y colectivas, al llamado que productores campesinos están haciendo para comercializar sus productos. La crisis actual, ha puesto en evidencia una crisis estructural continua del sistema agroalimentario colombiano, donde miles de familias rurales en el país, apenas sobreviven a un modelo mercado agroindustrial devastador de la naturaleza y la cultura campesina. Nuestra apuesta es a tejer Soberanía Alimentaria, contribuir a la transición hacia una producción agroecológica y a reconectarnos como una sola sociedad.
Por: Fabio Arias Giraldo*
El gobierno de Duque ha decretado una nueva emergencia económica.
Por: Genaldo Rodríguez Barbosa*
En el marco de la globalización, el poder real lo tienen las grandes empresas y los grupos financieros, apoyados por los poderosos medios de comunicación. El poder político es sólo el tercero en la jerarquía, después del financiero y del mediático.
Por: Arturo Cancino Cadena
Hace poco más de un mes, el gobierno de Duque y su ministro Carrasquilla ponderaban con satisfacción los resultados del crecimiento de 3.3% del PIB de Colombia en 2019 y sus relativamente favorables proyecciones para este año y el 2021 de acuerdo con el FMI. Desestimaban como irrelevantes las críticas a la desfinanciación que le acarrea al Estado colombiano su generosidad gratuita con las grandes empresas en la última reforma tributaria, aprobada a pupitrazo en diciembre pasado bajo el eufemismo de Ley de Crecimiento.
Por: Arturo Cancino Cadena
Sin el más mínimo respeto, ya no por la coherencia que presume practicar sino por la inteligencia de los colombianos, el Gobierno anuncia ahora la reforma laboral y pensional que negó enfáticamente durante el paro y las movilizaciones de fin de año. Por esos días, el presidente y sus ministros calificaron los motivos del Comité de Paro como basados en mentiras fabricadas acerca de sus planes. Pero una vez pasado el susto que les provocó la movilización multitudinaria del pueblo en todo el país, vuelve y juega el proyecto de trabajo por horas, como respuesta al desempleo. Así mismo, el proyecto de reforma del sistema pensional con la supuesta finalidad de volverlo socialmente más equitativo y ampliar su cobertura. A este último nos referiremos posteriormente en otro artículo.
Por: Arturo Cancino Cadena
“Si la humanidad ha de tener un futuro, no será prolongando el pasado o el presente”, concluía Eric Hobsbawm en el párrafo final de su extraordinario libro sobre la historia del siglo XX (1998: 576). Se refería al problema del cambio climático y la anunciada catástrofe ecológica que hoy empieza a cumplirse. Así mismo, a los agudos conflictos por la creciente desigualdad social y el abismo entre países ricos y pobres que el reinado del neoliberalismo a partir de las dos últimas décadas del siglo pasado ha llevado a extremos insospechados.