Las FARC ahora son un partido político. Acostumbrarse a él
Los colombianos deberían aceptar que sus líderes ya no son terroristas
Los colombianos deberían aceptar que sus líderes ya no son terroristas
Por: Teresa Consuelo Cardona
Actualmente y desde el 2004, avanza un proyecto para la extracción de material de arrastre del río Amaime, ante la Agencia Nacional de Minería, ANM. El río, que es afluente del Cauca, nace en el páramo de las Hermosas y desciende por la cordillera Central, oxigenando a lo largo de la cuenca tres tipos de bosques ubicados entre los 4.200 y los 900 metros de altitud que abarca un área de más de 100.000 hectáreas, de vital importancia para la estabilidad ambiental del territorio. En su entorno, en poblaciones rurales y urbanas, se asientan unas 450.00 personas. El proyecto de extracción minera está reconocido por la ANM con el contrato de concesión DJM121, en el que las empresas Gravarena Ltda y Arenas Amaime, harán la explotación del río sacando de su cauce 76.000 metros cúbicos, en un tramo cercano a dos poblaciones rurales, con maquinaria pesada. Según se manifiesta en el seguimiento que la misma Agencia hace del contrato, los solicitantes requieren el permiso de la CVC para poder otorgarles finalmente la concesión.
Por: Teresa Consuelo Cardona.
El reciente caso de la detención de Marcelo Torres, un líder de izquierda que logró abrirse campo entre la apretada telaraña criminal tejida magistralmente por delincuentes, acostumbrados a usufructuar los recursos de todos en beneficio propio, sacó a la luz una práctica que no es nueva: El uso de la Ley como instrumento de venganza. Lo que sí tuvo de nuevo este episodio, es que fue puesto deliberadamente en el subconsciente colectivo, como si fuera un caso más de lo que algunos políticos llaman “persecución política” y que no es otra cosa que el cumplimiento efectivo de la ley frente a los delitos cometidos por políticos. La sociedad, presa fácil del reduccionismo mediático, mete en la misma bolsa a todos los políticos que denuncian persecución en su contra, sin examinar detalladamente los factores que hacen la diferencia.
Por: Miguel Angel Herrera Zgaib
Profesor asociado, U. Nacional. EX rector de la U. Libre. Catedrático de la Maestría en Estudios Políticos, U. Javeriana. Director del XIII Seminario Internacional A. Gramsci, noviembre 13-16.
En la mañana de ayer [3 de octubre] fue detenido Marcelo Torres, ex alcalde de Magangué y dirigente de la Alianza Verde, cuando acudió a la Fiscalía en Bogotá a una citación para rendir versión libre en un proceso sobre falsificación de su firma en documento público, denuncia que él mismo había hecho con anterioridad. Una vez allí, se le notificó de manera sorpresiva la existencia de una orden de captura en su contra, expedida por un juez de San Juan Nepomuceno hace más de un mes. En las horas de la tarde, pese a la solicitud de sus abogados para que explicaran el motivo de su detención y para que legalizaran su captura en Bogotá, se le remitió a Montería, rumbo a Magangué, sin considerar siquiera el alto riesgo de esa determinación, dadas las graves amenazas contra su vida provenientes de sectores mafiosos locales.
Por: Jaime Vargas Ramírez
13 de septiembre de 2017
Por: Héctor Delgado*
La visita del Papa Francisco a Colombia es de carácter político. Eso se infiere después del mensaje del pasado 4 de septiembre en el que destaca que: “la paz es la que Colombia busca desde hace mucho tiempo y trabaja para conseguirla. Una paz estable, duradera -subrayados del autor- para vernos y tratarnos como hermanos, nunca como enemigos. La paz nos recuerda que todos somos hijos de un mismo padre, que nos ama y nos consuela".
Por: Andrea Guzmán
Parafraseando la Constitución Política Nacional de 1991, pareciese que esta fuese la frase de un Estado donde aprendió a mirarse con los ojos del perdón, que abatió la guerra y construyó líneas de democracia, soberanía y paz. Sin embargo, tristemente desde que tengo uso de razón la muerte ha sido ese baluarte de dolor nacional, el olvido se ha convertido en atenuante de repetición, y el silencio, como el combustible de una permisividad voraz.
Por: Mauricio Vargas González.
Pongo en consideración estas reflexiones para el debate, para corregir ideas propias y para aportar a la visión de otros luchadores sociales y agentes políticos de cambio.
Por: Leopoldo Múnera Ruiz.
Profesor asociado, Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales - Universidad Nacional de Colombia.