Gota a gota y paramilitarismo acaban con la vida de una madre y un menor de edad.
Por: Claudia Castillo
He visto la noticia de la mujer que se suicidó en Ibagué con su hijo. Y lo que más me ha impresionado son los tipos de comentarios que tienen las noticias. La tratan de tonta, de perezosa que "no pudo con la situación y que lo más fácil que encontró fue suicidarse" y hasta se meten con su belleza, que "por bonita no le gustaba trabajar y todo se lo daban". He pasado por comentarios más atinados como el problema de la depresión y la desesperación pero lo que se me hace más increíble es que todas las noticias saben que es por los 'Gota a gota' una forma de extorsión practicada por el PARAMILITARISMO en Colombia y por los grupos ilegales que la orillaron y la desesperaron por los cobros y las amenazas que hacen, que obviamente lo llevan a la depresión y a una situación de angustia extrema. Me cuesta trabajo la falta de contexto además, de lo inhumano y lo poco solidarios frente a estas situaciones. No es la primera persona que se suicida por un Gota a gota, ni la primera que pierde la vida por no pagarlo. La falta de denuncia y de actuación de las instituciones es lo que nos tiene al borde de situaciones insostenibles. Lo que hace terrible la noticia es que se lance a plena luz del día con su hijo en brazos. La tragedia de cada ser humano debería ser igual de pública, no guardada al interior de las familias o callada en cada mujer. Estoy cansada del slogan de "echados pa delante" que no permite que acciones como está sean detenidas porque se busca de donde sea para pagar las extorsiones a grupos delictivos y seguir callando.