El papel del Estado y la garantía del ingreso universal a toda la población
Por: Genaldo Rodríguez Barbosa*
Ya me había referido en el artículo publicado por este medio sobre “El fin de la Globalización…” a la necesidad inaplazable de trabajar en una política pública universal ya sea por iniciativa del gobierno, del legislador o de iniciativa popular, denominada RENTA BASICA, que aquí llamo INGRESO UNIVERSAL, por el carácter y cobertura con la cual se debe establecer, (para toda la población sin exclusiones).
El INGRESO UNIVERSAL o Renta Básica, ya ha sido implementada en algunos países como México, para los hombres y mujeres mayores de 65 años, en Alaska donde fue establecida para todos sus habitantes mediante la organización de un fondo público permanente y se entrega incondicionalmente a todos sus residentes. Hacia este modelo deben transitar los países en el mundo, al cual más temprano que tarde se llegará por el vertiginoso avance tecnológico robotizado de los procesos productivos y de transformación, los cuales, van desplazando la mano de obra ocupada hoy por los humanos.
Estaremos muy pronto en el mundo ante la realidad de la robótica frente al ser humano, y este verá como va siendo desplazado en los procesos industriales, productivos y de servicios. Entonces debe entenderse que la robótica, liberará a los humanos de los trabajos que al hombre no le gusta hacer así como todos los roles en la industria al ser ocupados estos puestos de trabajo por robots que cumplirán con la producción de bienes para la sociedad, para el Estado y el emprendimiento de obras, vías, transformación de bienes, servicios y todo lo necesario para la vida de los seres de la naturaleza, especialmente el humano quien es el que demanda productos trasformados, para el bienestar la salud y la vida, los alimentos, servicios de agua, energía, vestido, transporte, educación, recreación, vivienda. Todo lo anterior con la dirección y supervisión de personas en mínimo número y con gran capacidad y formación especializada, quienes serán los responsables de la dirección, planeación, ejecución, evaluación, terminación y acabado de los productos industriales, agrícolas, pecuarios y su distribución y mercadeo, el emprendimiento de obras públicas para el servicio de las comunidades, modernización de sistemas de transporte en todas las modalidades para la intercomunicación interna y externa, y los intercambios de productos entre las naciones, lo mismo que el crecimiento de la industria del turismo, de los sistemas de atención en salud, de la educación y formación de individuos, los cuales deben responder a las condiciones de desarrollo del mundo y la preservación de las especies que nos acompañan en el planeta.
La revolución tecnológica, modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos con el mundo, porque, con la automatización, el ser humano debe estar preparado para estos desafíos y retos que la nueva revolución de la inteligencia artificial impone y la organización socio-política es decir el Estado, debe proporcionar con garantía los medios de subsistencia necesarios y prepararse a tomar las medidas correspondientes para que su población acceda a todos los servicios básicos del buen vivir en condiciones óptimas, y en los campos de la creatividad la investigación el conocimiento, el individuo y las comunidades puedan hacer tránsito hacia una sociedad científica. Adicionalmente el que pueda elegir con independencia qué actividades y estudios del conocimiento quisiera abordar o de las actividades artísticas como la música, la pintura, la literatura y el arte, pueda vincularse y comprometerse a emprender actividades y realizaciones bajo los principios de libertad y libre desarrollo. Desde luego, no teniendo preocupaciones sobre estos tópicos de vida, sino que el Estado debe preparase para dotar de los medios necesarios de vida a sus pobladores suministrándole los recursos necesarios para vivir dignamente.
El ingreso universal o renta básica, es una asignación monetaria pagada por el Estado y debe considerarse o categorizarse como un sistema de seguridad social al que todos los ciudadanos y residentes de un país reciben de manera periódica y regular y sin condiciones, soportada por tres principios: la universalidad, la incondicionalidad y la individualidad.
El principio de universalidad significa que todos los ciudadanos del territorio nacional la recibirían;
El principio de incondicionalidad, quiere decir que todos los individuos del país la recibirían, sin condicionamientos sobre el nivel de ingreso o las personas con quien vive, y;
El principio de individualidad es que esta renta la recibirían los individuos, no los hogares y en una cantidad suficiente para satisfacer las necesidades básicas de la persona, incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin miramientos de si es rico o pobre, independientemente de otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quien conviva.
El ingreso universal en ningún caso puede sustituir las políticas y programas de vivienda, educación, salud y recreación entre otras, pero sí sustituiría la política de subsidios focalizados o subsidios condicionados como el de desempleo, el subsidio familiar, el subsidio a la pobreza que en el caso colombiano se conoce como “familias en acción”, las sustituciones pensiónales, la pensión de invalidez, entre otros. Su supresión permite reducir los costos burocráticos en estos programas asistenciales y desestimulan el circulo de pobreza y la economía sumergida.
Ahora se preguntará, ¿de dónde salen los recursos para financiar el ingreso universal conocido como renta básica? Estos deben salir de las arcas públicas que captarán recursos por medio del sistema de impuestos que tendría diversas fuentes como el gravamen a los ingresos personales, renta, ventas , ganancias de capital, el gravamen al patrimonio, del impuesto a las sociedades, gravámenes significativos a las sucesiones, ganancias de capital, transacciones financieras, impuesto a la contaminación, impuesto al capital financiero ‒que se conoce como la Tasa Tobin‒, las rentas de las empresas públicas, la venta de recursos públicos como los de minería, extractiva y combustibles, la eliminación de todos los subsidios focalizados y la innecesaria contratación de los costosos estudios que determinan que segmento de la población es objeto de subsidios, además de la innecesaria existencia de dependencias estatales y paraestatales destinadas a la aplicación y distribución de estos subsidios, y la rreducción de costos de personal.
Debe entenderse que el ingreso universal o renta básica tendría un poder emancipatorio porque con esta renta la población, los ciudadanos, se liberarían de acudir al mercado a adquirir o comprar la vivienda, la educación, la salud, puesto que esta renta está destinada a la satisfacción de las necesidades básicas de cada individuo y por consiguiente estaría combatiendo o eliminando de tajo la informalidad y los trabajos alienantes que de por sí irían desapareciendo con el avance de la cuarta revolución y la inteligencia artificial pues los robots estarían asumiendo los roles y las funciones que el ser humano hace en la actualidad y los trabajos que nadie quisiera hacer en el mundo.
Así el ingreso universal debe verse como un derecho universal del ser humano que le posibilita elegir una vida propia y libre, libertad que se gana con el acceso incondicional a recursos. La cobertura de la totalidad de la población sin exclusiones del ingreso universal o la renta básica debe estar pensada como una respuesta a la evidencia de la existencia real de propietarios libres, y otro grupo formado por trabajadores asalariados, dependientes. Entonces una renta básica es la garantía incondicional de la seguridad económica que, desde una óptica política, se trata de que todos los individuos de toda la sociedad civil sean realmente libres.
El ingreso básico universal debe ir acompañado de otras políticas y planes como el sistema general de salud con cobertura universal y sin exclusiones ni condicionamientos para acceder, el sistema nacional de educación, el programa nacional de vivienda, el sistema nacional de recreación acompañado con políticas culturales para la organización del tiempo libre.
Debe entenderse el ingreso universal como un derecho de acceder a una parte de la riqueza social que resulta del esfuerzo colectivo y de las rentas y riquezas de la nación, convirtiéndose en una palanca de activación de variadas formas de trabajo que las personas les gustaría emprender ya sea como individuos o como organizaciones cooperativas, o comunitarios u otro tipo de forma empresarial que se quiera emprender. Esta iniciativa afianzaría la construcción de una sociedad con convivencia social y económica, política más sólida dejando sin piso el ideario socio-político de la acción violenta para transformarlo en proyectos de vida con dimensiones colectivas y comunitarias, posibilitando la reinserción y construcción de tejido social con gran capacidad de emprender una nueva vida dentro de un Estado con roles y responsabilidades nuevas y modernas acordes a la situación de desarrollo político, social y económico, dentro de los límites de uso de los recursos y la conservación del planeta.
Para poner en marcha esta política se hace necesario tramitar un acto legislativo que apruebe la creación del Ingreso universal y alternativamente proponer un mecanismo alternativo de iniciativa popular para proponer una enmienda constitucional que legalice este instrumento de redistribución del ingreso que sin duda sería mucho más efectivo que cubre toda la población y que es más eficiente, equitativo y universalista que las denominadas políticas de devolución del IVA, de redistribución del ingreso a través de los subsidios sociales, y la entrega de mercados que finalmente, no resuelven el problema social sino que fomenta los vicios de clientelas políticas amarradas a estos subsidios que los capitalizan para mantener privilegios y eternizarse en el poder.
Experiencias del ingreso universal o renta básica en el mundo
Esta política que se propone y que sin duda será implementada en el mundo, ya tiene unos países que la han puesto en marcha, por ejemplo en Europa, Finlandia es uno de los países pioneros en esta estrategia, Allí el gobierno desde 2015 incorporó en su programa el compromiso de realizar un amplio experimento sobre el ingreso básico a los ciudadanos.
En los Países Bajos, donde en febrero de 2016 se anunció una propuesta presentada en la Cámara Baja con el objetivo de reproducir la experiencia finlandesa. Además, hoy se tienen experiencias de iniciativas regionales y locales como son los casos de las municipalidades de Utrecht, Tilburgo, Groninga y Wageningen, que se comprometieron a someter a las autoridades legislativas del país un plan conjunto que experimente con el pago de un ingreso básico.
En Alaska desde 1982, el Estado paga a cada residente un ingreso anual incondicional, a través del Fondo Permanente para Alaska (Alaska Permanent Fund, APF) que es un fondo público de inversión que se alimenta con 25% de los ingresos del Estado por impuestos a los hidrocarburos.
La propuesta del ingreso ciudadano es hoy defendida por muchos movimientos políticos y sociales en diversos países de Europa, particularmente en el contexto de la crisis económica y social que vive la región como en Alemania, Italia y Grecia, Francia, España, Irlanda entre otros.
Finalmente y a manera de conclusión, el Ingreso Universal tiene por objetivo garantizar una renta incondicional a todas las personas, suficiente para garantizar la compra de los productos que conforman la canasta básica individual, ingreso que debe ser girado por el Estado a cada miembro de pleno derecho de la sociedad, incluso si no quiere trabajar de forma remunerada y sin tomar en consideración las otras posibles fuentes de ingresos ni su patrimonio, pero exigiría a cambio que las personas se comprometan a desempeñar alguna actividad considerada socialmente útil, que no debe ser necesariamente un empleo remunerado en el mercado sino que puede vincularse a trabajos sociales o comunitarios, educativos, cuidado del planeta, protectorado de parques, fuentes de agua, paramos, especies, residuos, ciudades limpias, etc.
El ingreso universal se convierte en un instrumento poderoso para aumentar la autonomía económica de las personas y política para cultivar la libertad concreta.
En el mundo se conocen manifestaciones de apoyo a este proyecto de empresarios como Mark Zuckerberg, Bill Gates y Jeff Bezos, Elon Musk cofundador de Facebook, Chris Hughes y el presidente de Y Combinator, Sam Altman, quienes consideran que el ingreso Universal Básico o renta básica, es necesaria para amortiguar los efectos de la crisis en términos de desigualdad y para afrontar la inevitable automatización del futuro inmediato, donde habrá cada vez menos opciones de puestos de trabajo como consecuencia de toda la automatización, robotización y en general el avance de la cuarta revolución industrial con la inteligencia artificial.
Bibliografía
David Casaassas y Daniel Raventós: La renta básica en la era de las grandes desigualdades, Barcelona -2011
Raventós, D. (coord.). La Renta Básica. Por una ciudadanía más libre, más igualitaria y más fraterna, Barcelona, Ariel.
El espectador-2020- 06-23. Renta Básica universal o repensar la Sociedad- David Casassas.
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V/pte Bolsa Central Inmobiliaria.