El Covid-19 y la responsabilidad histórica de la universidad.

Por: Mauricio Vargas González

“Dada la materia de su actividad que es el conocimiento, la cultura y la ciencia, la universidad es la institución más vulnerable, menos controlable por el poder político dominante o, dicho de otra forma, puede ser transformada. De hecho, en todos los grandes movimientos revolucionarios, especialmente en la historia moderna, encontramos que siempre se hallaron precedidos de una gran transformación de la cultura y que las universidades jugaron un allí un papel de primer orden.” Miguel Angel Pardo.

La paz y la convivencia, la formación de una ciudadanía crítica, el desarrollo comunitario, cuidado del medio ambiente, respeto por las etnias indígenas y negras, las minorías sexuales, expansión del feminismo, de la decolonialidad, del animalismo. La lucha contra la exclusión, la desigualdad social, la violencia, la insolidaridad y la depredación del medio ambiente, asuntos todos que se exacerban en el mundo neoliberal y del mercado, que descarga todas estas contingencias sobre la sociedad desnuda frente a los cuales la universidad puede jugar un papel clave en el análisis, la información y el planteamiento curricular de la mano con la ciencia y la técnica para la superación del subdesarrollo y el carácter neocolonial de Colombia. Que apunten al desarrollo soberano y que permita el bienestar de sus gentes. (1)

El movimiento estudiantil de 1971 caracterizó a la universidad como un espacio privilegiado y rico donde se desarrolla la cultura y la ideología de la sociedad, y como formadora de nuevos sujetos calificados y cualificados destinados ser agentes de los nuevos cambios: los estudiantes universitarios. Sujetos a los cuales debe brindárseles una formación especial, conocimientos, metodologías y escenarios desde los cuales ellos puedan sintetizar la ciencia y la academia con los problemas fundamentales del aparato productivo nacional. (2)

“La educación superior hace parte de una estrategia general para el desarrollo autónomo del país. El norte fundamental de esta estrategia debe ser una política que contribuya al desarrollo de la producción nacional y a mejorar el bienestar de la población. El papel de la educación es la formación de alto nivel del recurso humano y la producción de conocimientos para contribuir al logro de tales fines.”(3)

La principal contribución de la educación a la sociedad, es su aporte al desarrollo económico del país y al bienestar social de la población a través del conocimiento más avanzado y la solución a sus apremiantes necesidades y problemas por medio de la investigación y las ciencias sociales y naturales: El papel que tiene que jugar la sociología, la antropología, las licenciaturas, el derecho, las ciencias políticas es innegable, pues deben liderar una revolución en las costumbres, en las ideas, en la concepciones del mundo y en la relación del hombre con su entorno.

La ciencia es una fuerza productiva de primer orden en el mundo actual. Es precisamente la investigación, la academia y el conocimiento científico el que permite el liderazgo y la hegemonía de los países desarrollados sobre los pueblos del tercer mundo.

“Esta pretensión está sustentada entre otras razones en el reconocimiento del principalísimo papel del conocimiento científico y tecnológico en el mundo actual, que ha hecho del mismo una fuerza productiva insustituible. Uno de los campos en donde se libra tenaz lucha ente las potencias es justamente en el del dominio del conocimiento siendo preocupación de los Estados incrementar el monto del presupuesto dedicado a la investigación y desarrollo científico (R&D, por sus iniciales en inglés). Esta lucha envuelve además una expresión de la soberanía de la nación. De ahí que en los países líderes en el campo de la ciencia y la tecnología ni siquiera se discuta este punto(…)(4)

La nueva división del trabajo internacional ha ampliado la brecha tecnológica que separa las potencias de los países explotados. Mientras los primeros avanzan a pasos agigantados en desarrollos más complejos del capital intensivo, aumentando el precio de sus mercancías, para nosotros, nuestros recursos naturales y humanos, las materias primas, los commodities o bienes primarios cada vez cuestan menos.

La ciencia y la tecnología cada vez adquieren mayor relevancia en la producción con la automatización y la inteligencia artificial y la experiencia internacional demuestra la cada vez mayor integración entre comunidad científica, los industriales, universidades y Estado que centraliza los esfuerzos en un único órgano como la Fundación Nacional para la Ciencia en Estados Unidos o la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China.
En la elaboración de políticas reducción de impuestos para este sector, elaboración de normas, licencias y patentes, generosa financiación y líneas de crédito en capital de riesgo y subsidios.

Y en este punto se puede ver la desidia de los gobiernos antinacionales de Colombia frente a COLCIENCIAS y a las universidades públicas. Por ejemplo en el último paro universitario de 2018 que logró 5,75 billones para la educación superior en un cuatrenio, de los cuales, se pactó una adición de 300 mil millones anuales para esta entidad de ciencia y tecnología siendo este el principal incumplimiento del ejecutivo. Seguimos siendo un país neofeudal de terratenientes y un país importador y consumidor de las avanzadas industrias extranjeras.

EL Gobierno Uribe-Duque le cambió el nombre de COLCIENCIAS por el Ministerio de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación y le otorgó una reducida adición de 78.500 millones fijado por la Ley de Presupuesto, justo el necesario para perpetuar el atraso sempiterno del pueblo colombiano.(5)

Esa progresiva integración de industrialización, desarrollo económico y desarrollo científico tecnológico en las grandes potencias económicas reducen las ventajas comparativas de la economía globalizada y condenan a los países subdesarrollados a ser parias del mundo.

Colombia requiere una política nacional y estructural de ciencia y tecnología en confluencia con sus principales empresas públicas, universidades, la industria nacional, el campo colombiano y la adopción e implementación de energías renovables, el 5G y el software libre.

Sobre el significado de Educación Científica afirma Ocampo: "Sin querer abarcar todo su contenido, diríamos que se refiere a cuatro elementos indispensables: a) al mayor grado posible de conocimientos científicos avanzados que se consideren indispensables para el nivel educativo a que logre ascender cada estudiante; b) al mejor dominio de los instrumentos científicos fundamentales necesarios, bien sea para avanzar en estudios superiores, bien sea para un mejor desempeño en el trabajo productivo, como sería, entre otros, el dominio del lenguaje y de las matemáticas; c) a la asimilación de una visión científica de la realidad en sus distintas manifestaciones y fenómenos: d) a la comprensión de la tecnología más avanzada y a un entrenamiento práctico en su utilización y manejo" .(6)

“Necesitamos modelos pedagógicos más contextualizados y que enfaticen en las competencias transversales esenciales.” Julián de Zubiría.

La calidad académica es el resultado de varios elementos: autonomía, democracia, libertad de cátedra e ineludiblemente, suficientes recursos, de un currículo pertinente, de un plan de estudios moderno, planta docente con garantías adecuadas, metodologías actualizadas y estímulo a la investigación.

Según el artículo 76 de la Ley General de Educación el currículo es: “Es el conjunto de criterios, planes de estudio, programas, metodologías, y procesos que contribuyen a la formación integral y a la construcción de la identidad cultural nacional, regional y local, incluyendo también los recursos humanos, académicos y físicos para poner en práctica las políticas y llevar a cabo el proyecto educativo institucional”

“Sobre ello Aristizabal plantea: "El énfasis articulador del currículo: currículos centrados en contenidos (la lógica de las disciplinas), currículos centrados en el niño (la lógica del desarrollo), currículos centrados en la sociedad (la lógica de los procesos sociales" (7)

Según Benjamín Bloom en su "Taxonomía de los Objetivos de la Educación", los objetivos del currículo deben apuntar a tres dimensiones: Dimensión afectiva, Dimensión psicomotora, y Dimensión cognitiva. Para el desarrollo del currículo deben distinguirse diversos tipos de conocimientos: conocimientos específicos, conocimiento de la terminología, conocimiento de hechos específicos, conocimiento de los modos y medios para trabajar con medios específicos, conocimiento de las convenciones, conocimiento de tendencias y secuencias, conocimiento de clasificaciones y categorías, conocimiento de criterios, conocimiento de metodologías, conocimientos de los universales y abstracciones en un campo dado, conocimiento de principios y generalizaciones y conocimiento de teorías y estructuras. Así mismo la taxonomía del dominio cognoscitivo se puede clasificar en: Conocimiento, compresión, aplicación, síntesis y evaluación.

Hablamos de un Plan de estudios que implica identificar unos contenidos y unas pedagogías –metodologías- bajo una distribución temporal y disciplinaria que asuma la edad del estudiante, la pertinencia de los contenidos, la promoción, etc. Implica una evaluación a corto plazo, a largo plazo, unos recursos materiales o financiación, una relación profesor-alumno dialéctica y democrática. El currículo debe conjugar un equilibrio de factores objetivos y subjetivos, humanos y materiales.

Además del currículo se requiere la formulación de unos criterios: valores, saberes, función social, desarrollo crítico, creatividad o su capacidad de impactar el aparato productivo nacional, por ejemplo. Ellos cambian de acuerdo a la escuela, si es constructivista, conductista, etc

La necesidad de la construcción de un conocimiento que obedezca a la relación dialéctica entre teoría y práctica que implican dotación adecuada en laboratorios, la experimentación es decir una correcta conjunción de método y contenido. Lo que en ciencias básicas implica abordar la explicación de los fenómenos, compresión de los principios fundamentales en el campo de estudio, un enfoque sistémico y cualitativo.

Es importante que dichos planes tengan un equilibrio entre cantidad de materias y profundidad de conocimiento, la relación del conocimiento con las necesidades del país, el desarrollo de las estructuras lógicas y experiencias personales, coordinación, relación e integración en el proceso de aprendizaje.

Para el especialista en educación Julián de Zubiría se debe garantizar pertinencia, contextualización, equidad y calidad, así mismo denomina como variables de la calidad: formación y valoración de los docentes, liderazgo pedagógico, clima de aula o comunidad pedagógica (7) que los errores que disminuyen la calidad son: procesos tradicionales, fragmentados y descontextualizados a nivel curricular y manifiesta que llegó el momento de replantear el sistema y de incorporar un verdadero plan de renovación para lograr un mínimo de calidad en la educación pública.

El falso el dilema de reducir toda esa compleja conjunción de factores que sintetizan la calidad en la educación a una simple herramienta y medio llamado virtualidad, es incluso feudal, reaccionario y ridículo va en contravía del desarrollo de la conectividad y de las nuevas tecnologías e impacta en la independencia y soberanía nacional de manera negativa y nefasta.

Todo lo contrario Colombia debe adoptar cuanto antes el 5G y digitalizar el funcionamiento de la justicia, de los trámites burocráticos, de la infraestructura pública y adoptar el Software Libre para liberarse del tutelaje de multinacionales rentistas y que se caracterizan por violar la integridad, la confidencialidad y la soberanía de los países subdesarrollados, extractivistas y sometidos al capital financiero y los organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Colombia es un Estado Social de Derecho y corresponde al Estado garantizar el acceso a la educación como un derecho fundamental (8) y es una responsabilidad política, patriótica y civil por parte de los estudiantes y universitarios exigir acceso, calidad, bienestar y pertinencia.

Se trata de luchar por y para la Universidad por lograr las garantías constitucionales del Estado. Esto implica en tiempos de pandemia una colaboración, una unidad de acción, una cohesión de todos sus estamentos –estudiantes, profesores, trabajadores y administrativos- para evitar su cierre, para evitar su postración, su quiebra, para evitar su privatización.

Esto implica una politización de su gestión para lograr alianzas, acuerdos y sinergias con las autoridades locales, regionales y nacionales y con el sector privado, pues los retos que impone el COVID-19 hacen imperiosa y necesaria la creación y perfeccionamiento de una nueva infraestructura educativa basada en las TIC, el mundo virtual y digital, que de cara al Siglo XXI, que brinde a los estudiantes las herramientas (computadores, tablets, smartphones, módems, internet) para continuar y mejorar su formación y a su vez garantice a las Instituciones de Educación Superior la ejecución de su labor misional pública y nacional.

“Ya desde la neoliberal Constitución Nacional se estableció que quien preste un servicio público tiene derecho a obtener de su explotación un beneficio económico. En consonancia con éste espíritu, se sueltan las pocas amarras que tenían las entidades privadas para enriquecerse a costa de las necesidades de la población. En cuanto al principio de que la educación es gratuita sin prejuicio de que quienes tienen recursos paguen, también se da un paso adelante, al excluir de la educación a los que no tienen recursos.” (9)

El cierre de la Universidad Pública es una afrenta la soberanía, y nos somete en tiempos de coronavirus a depender de las investigaciones y la ciencia de las metrópolis, a las patentes extranjeras, a los criterios exógenos y a la privatización. Pues su autosostenimiento dictado por el modelo de libre mercado se hace imposible y el gobierno títere, apátrida y corrupto tendría ‘las disculpas’ con las cuales privatizó el Seguro Social, Telecom, la Caja Agraria, entre otras importantes entidades públicas de ámbito nacional y propiedad de todo el pueblo colombiano.

Las fuerzas progresistas debemos insistir en una reforma académica y curricular, por una evolución y avance cualitativo en su infraestructura tecnológica, que incorpore lo más avanzado del conocimiento nacional y mundial, por medio de la ciencia hay que devolverle la función social productiva a la universidad y su contribución al bienestar y oportunidades para todos los colombianos. Es la universidad pública, con la adecuada financiación estatal para la docencia y la investigación, la verdadera garantía para la calidad académica, no la presencialidad ni la virtualidad que son solo herramientas y vehículos.

El cierre no garantiza la calidad, el acceso ni el derecho a la educación y facilitaría la segregación y exclusión de porciones importantes del estudiantado así como la reducción de presupuesto. Pues la llevaría en manos del gobierno neoliberal a una inevitable reestructuración y con los estudiantes, profesor y trabajadores confinados, ante la imposibilidad de la movilización y el alma mater en soledad, haría imposible una defensa contundente de la educación pública como derecho y de la universidad pública como propiedad social de toda la ciudadanía.

El cierre de la universidad pública exonera a la nación y al Estado de su responsabilidad financiera de la educación y facilita su incorporación como servicio a la neoliberal ley de la selva o del más fuerte, es decir, al mercado. Universidad que no funcione, que cierre o cese actividades será calificada de ineficiente y no rentable y este delito, bajo el dogma neo-liberal, la condenará a la horca y a la pena capital de la privatización.

“Siempre hemos impulsado… la función social productiva a la universidad y le permita contribuir en el mejorestar de la población... Un país no puede renunciar a la formación de la masa de profesionales o a la investigación que requiere para desarrollar vitales actividades de la sociedad… Hacerlo significa no solo renunciar al progreso sino a la soberanía nacional en el campo de la educación, la ciencia y la cultura… Es por todo esto que la universidad pública -con una adecuada financiación para la docencia y la investigación- es un patrimonio nacional que hay que defender a toda costa” (10)

Sin una universidad abierta y al servicio de la nación la autonomía universitaria se convierte en un mito. La democratización y el cogobierno encuentran hoy ante la presente coyuntura nuevas oportunidades. Y es precisamente en este contexto de unidad y cohesión entorno a la supervivencia de la universidad pública que podemos exigirle al gobierno mayor autonomía.

También hay que aprovechar la crisis para hallar nuevas oportunidades, Gustavo Petro en su programa presidencial propuso generar una nueva industria basada en la ciencia y la tecnología, con énfasis en la producción intelectual e inmaterial como el software y la investigación científica. De la misma manera alcaldes como Daniel Quintero caracterizaron esta nueva industria inmaterial y digital de alto valor agregado en el marco de la cuarta revolución industrial como un concepto que agrupa energías renovable, pero sobre todo la inteligencia artificial, el internet, las redes colaborativas como nuevos nichos que Petro caracterizó son fundamentales para sacar a Colombia del atraso y llevarla al siglo XXI: Big Data, la inteligencia artificial, el Blockchain y el internet de las cosas (IoT).
Esto requiere investigación de punta en matemáticas, estadística y ciencias de la computación, investigación en ciencias puras como química, física y biología y de ingenierías, ligada a la industria, el gobierno y en general de todos los sectores económicos.
Implica el desarrollo de una nueva infraestructura tecnológica, virtual y digital de las universidades públicas.

Frente a esto, comparto plenamente lo que el CONSEJO NACIONAL SUPERIOR ESTUDIANTIL DE COLOMBIA – CONSEC de la UNIVERSIDAD DISTRITAL en su comunicado titulado ‘Posición CONSEC UD frente a la Virtualización del semestre 2020-1’ dice que se requiere una universidad abierta, en funcionamiento y desarrollado sus funciones misionales y contribuyendo a superar la actual contingencia. Que el aplazamiento o suspensión de semestre podría significar un grave detrimento al patrimonio y al presupuesto de la universidad y la no contratación de maestros y trabajadores.

Que debemos hallar en la virtualización las bondades que puedan ofrecer las nuevas tecnologías y el desarrollo digital, reconociendo las dificultades de acceso, la pobreza, la desigualdad, el poco desarrollo científico y tecnológico de la nación. La universidad no solo es baluarte de la democracia, la paz y la soberanía, es la garantía de una nueva sociedad, es la partera de un cambio en favor de la libertad, la justicia y la igualdad social. No debe permanecer cerrada, ciega y muda frente a la actual coyuntura viral, sino que debe ser la antorcha que ilumine el camino al pueblo colombiano para superar el virus.

Y como garantías para que la universidad pública continúe funcionando, de manera virtual en esta emergencia social y de salud el CONSEC propone:

Estudios consensuados de las condiciones de cada estudiante, entrega de computadores, tablets, etc, acceso a internet a estudiantes, entrega de bonos alimenticios, reconocimiento de los contratos docentes, servicios de psicología, comisiones por carrera y facultad y garantías a estudiantes. (11)

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1) Mauricio Vargas González. ! Hoy la juventud lleva la batuta hacia una Revolución Cultural!

2) Nuestra política en el Movimiento Estudiantil. JUPA, abril de 1971. b. La Particularidad de la Contradicción en la Universidad. http://www.scribd.com/doc/52353486/Nuestra-politica-en-el-movimiento-es…

3) EL VIGENTE LEGADO DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DEL 71: BASE PARA UNA REFORMA DEMOCRÁTICA Y CIENTÍFICA DE LA UNIVERSIDAD PUBLICA. MIGUEL A. PARDO R. http://www.juventudpatriotica.com/libros/libro1/capt14.html

4) Pascual Amézquita Zárate. La Comunidad Educativa Frente Al Neoliberalismo. Centro De Estudios Para Una Nueva Cultura - CENC - 1997 EDUCACION CIENTIFICA Y DESARROLLO. http://www.juventudpatriotica.com/libros/libro1/capt16.html

5) Ministerio de Ciencia-Colombia: la historia de un sueño. https://lasillavacia.com/silla-llena/red-de-la-educacion/ministerio-de-…

6) La Comunidad Educativa Frente Al Neoliberalismo. http://www.juventudpatriotica.com/libros/libro1/indice.html

7) Julián de Zubiría. La calidad de la educación: asignatura pendiente en la alcaldía de Peñalosa. http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:mDfEVcvtNRQJ:https…

8) CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA 1991. Título 2 - De los derechos, las garantías y los deberes / Capítulo 2: De los derechos sociales, económicos y culturales / Artículo 67.

9) La Comunidad Educativa Frente al Neoliberalismo. POR LA DEFENSA DE LA EDUCACION PÚBLICA. ABAJO LA LEY 30 DE 1992. Artículo escrito por Pascual Amézquita Zárate, el 9 de febrero de 1993, publicado en el periódico Nueva Democracia de la Juventud Patriótica, organización del MOIR.

10) La Comunidad Educativa Frente al Neoliberalismo. ABAJO LA NEOLIBERAL POLITICA EDUCATIVA DEL GAVIRISMO. Pascual Amézquita Zárate

11) ‘Posición CONSEC UD frente a la Virtualización del semestre 2020-1’, 4 de abril de 2020, Bogotá Colombia. Consejo Nacional Superior Estudiantil de Colombia (CONSEC). Universidad Distrital Francisco José de Caldas. https://www.facebook.com/CONSEColombia/

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