Dibujar es hablar en voz alta
Por: James Llanos Gómez.
Curador de la sala de exposición Carlos Drews Castro.
Dibujar es hablar en voz alta, es el condensado índice de palabras que arrojan contornos que construyen formas, es la razón de ser de la propia imagen. "La línea es la encargada de escribir un forma". Toda realidad para el dibujante es una interpretación cada minuto distinta, que va desarrollando una forma, un contorno que describe un momento que llena de asombro al ejecutante, lo abstrae de una realidad en tiempo real, que asimismo lo aleja de una realidad pasada, que recreada en la superficie del papel, la convierte en otra verdad real de ver el mundo quizá más amable, más bella y pura, que enternece al espectador o lo agreda, no por la esperticia de su autor, en tal caso mostrado en esta publicación, si no que, por la descripción contextual y formal misma: mujer, hombre o animal; se convierten en gestos sublevados que un niño de tres años, realiza con la espontaneidad de su carácter, como si supiera que la especie humana se extingue en dudas y preguntas sin responder, incluyéndose, o, los animales depredados por los hombres de su misma raza. Por ello, no puede desaparecer el espacio plástico como contenedor de conceptos, ideas o mamamrrachos si no, por el contrario, es hora de reivindicar el dibujo y la pintura como una experiencia del hombre, una forma de la misma forma de hablar de la especie humana.
Cuando re- presentamos esa realidad pintada o dibujada descubrimos por último o al final de la sesión, que esa realidad no existía antes, que solo justo a través de una acción gestural, permitimos que el ser viva; al fin y al cabo si no existen los colores, ni el arco iris o los sonidos y que al final esto, todo lo anterior, lo reconstruimos por medio de procesos mentales, entonces, nada mejor que los dibujos de un artistas o las bellas pinturas realizadas por la mano humana y mejor, para tal caso, las aquí publicadas y hechas por un niño de 39 meses y los últimos dos por una mujer de 77 años, -su abuela, enseñándole a dibujar a su nieto- resultan más interesantes, por tratarse de dos edades extremas, pero que, los une en su estética, el pretexto del encuentro que termina en últimas, ejerciendo un trabajo lleno de ternura y libertad. La simultaneidad de estos dos patrones espaciales y de contornos se identifican con una imagen unitiva, que obligan a estos dos creadores a volversen inéditos. Aquí la línea de horizonte desaparece para volverse mundo total en el espacio de conmoción gestual, para crear una forma organica, movediza y asimismo bella.
El fondo, los personajes, que perforan el espacio se convierten en anécdota que desarrollan una idea en el observador, para transportarlos a otra dimension. "El arte es lo contrario del caos", afirmó Stravinsky, entonces, en todo organismo, la vida busca permanentemente desde su primigenio y minúsculo comienzo, construir estructuras que le permitan organizar un caos mental, a un orden grafical. Cuando un caos deja de existir, ya un Big Bang estaba establecido; al dibujar el creador se va creando, él es un artífice vital que fabrica sus propias defensas, para exigir una forma expresiva desde su adentro y dejar ese espíritu en el observador, es una forma de marcar el territorio visual y dar su propia imagen. Los seres de este momento descubren o crean sus propios planetas cósmicos.