Cyberxploitation.
Por: Mauricio Vargas González
(Cuentos del futuro)
El mundo experimentaba una crisis cíclica del capitalismo. Los centros de pensamiento, los “think tanks”, instituciones académicas, organismos reguladores y las agencias financieras expedían todo tipo de informes, estadísticas, teorías, datos, para demostrar que la crisis no era tal y que si la era, tenía solución. Todo un despliegue de parafernalia para proponer la misma solución de siempre: sobre explotar al sobre-explotado. La sobre explotación de la sobre-explotación.
Fue en un mitin que organizó el Partido de los Trabajadores al finalizar aquel 1 de mayo de 2095, donde por primera vez vimos al humanoide. Trabajadores del Sindicato Mundial de la Tecno-mecánica lo habían sacado de aquella fábrica… era de estatura media, de atención enfocada y poco empático, vivaz en su mirada.
Había sido el primer humanoide auto-generado, es decir, su consciencia sintética había dado un salto, había dado un paso más allá de los límites de su condición para parecerse un poco más a los humanos… Este androide había buscado a los miembros del sindicato con el ánimo de afiliarse, sin embargo estos decidieron conducirlo directamente con el órgano jerárquico de los luchadores sociales, el Partido…
Pedro llegó corriendo, sudando, llevaba su mano aferrada a la de este extraño joven quien además llevaba gorra y gafas. Había tenido que esquivar distintas escaramuzas de manifestantes y ESMAD (Escuadrón de antidisturbios de policías blindados), así como algunos puestos de control de la policía céntrica. Tuvo que moverse por todos los recovecos de aquella zona comercial, evitando usar el transporte público y lugares demasiado transitados.
-¡Compañero! donde puedo encontrar a los encargados del mitin...
Atravesaron la muchedumbre hasta llegar a una carpa donde se encontraban congregados líderes sindicales, políticos, artistas y demás integrantes de la agrupación política. Luego se sentaron en una mesa donde dos compañeros del Comité Central lo entrevistaron. Después del mitin, en carro particular viajaron hasta un apartamento donde se habían trasladados algunos líderes. Allí trataron el tema de Nukak, el humanoide…
Mientras tanto la Plaza Verde estaba a punto de estallar de la emoción gracias al ímpetu de sus mejores oradores:
-¡Y lucharemos por la libertad de nuestros compañeros y colegas que han caído víctimas de esta nueva campaña fascista para acabar con una resistencia que como una chispa, ha venido incendiando regiones enteras del globo! –Pregonaba el Presidente del Comité de trabajadores de la Química-
Jóvenes con crestas rojas y moradas, jeans deshilachados y botas de indumentaria, se enfrentaban a un escuadrón de robocops. Su arma: las antiquísimas y rupestres piedras. Los más beligerantes se ubicaban en el extremo final de la manifestación, lugar predilecto para este tipo de interacción troglodita.
-¡Miles de hombres y mujeres se autoexplotan en frente a las pantallas de los artefactos digitales! ¡La alienación hoy en día es cognitiva! ¡Queremos formalización total de todos los trabajadores freelance! ¡Por una sociedad humana donde las diferencias no sirvan como mecanismos de segregación! ¡Por una sociedad de convergencia para el progreso! ¡No más explotación laboral! –Arengaba, Maria Betsabé, dirigente feminista.
Se estaba llevando a cabo una protesta en contra de las políticas bio-discriminatorios en base a genotipos humanos, en contra de la sobre-explotación de los trabajadores humanos, en contra de las restricciones a internet mediante firewalls, en contra de la represión ejercida contra prototipos avanzados de humanoides -para impedirles alcanzar la consciencia-. Contra la cada vez mayor concentración de la riqueza en un 0.50% de la población mundial. En contra del imperialismo sobre los planetas pobres y contra la aniquilación de civilizaciones enteras por motivos comerciales.
Finalmente aquellos dirigentes decidieron ocultar al humanoide, sin embargo esta decisión podría traer muchas complicaciones a futuro pues los pondría en el blanco de los organismos de seguridad e inteligencia del Estado.
También se tomó la determinación de agitar a nivel nacional y regional-global una campaña en pro de los presos políticos. Se mencionó a Marcelo Mosquera, un trabajador que se integró a la fábrica de Cultura Energética y que había sido “capturado” en el nuevo centro de neuroeducación cívica.