La derecha brasilera no retornará al poder.
Por: Édgar Ortiz Mora, docente e investigador, miembro de comité de redacción de la revista Nueva Gaceta.
Los opositores a Dilma Rousseff, quien ha mantenido un claro compromiso con la transparencia institucional, no la acusan de ningún delito penal, sino de maquillar las cuentas públicas valiéndose de préstamos bancarios para cubrir déficits en el presupuesto en el año de su reelección y la culpan del deterioro social, económico y político del país. Utilizando la figura jurídica del impeachment, mediante la cual se puede procesar a un alto funcionario público, pretenden destituirla e inhabilitarla en sus funciones.