Movimientos sociales

UN PARO NACIONAL PARA EL SIGLO XXI

Por: Mauricio Vargas González

Las fuerzas alternativas avanzaron en la conquista del gobierno local de las principales ciudades del país, que son el 70% de los electores.(1) El país está cambiando, hay un electorado más libre, más joven y más informado, más conectado y con mayor iniciativa ciudadana. Temas como la defensa de lo público, del medio ambiente, la educación y de la justicia social cobran especial relevancia gracias a que el país dejó atrás el tema de la violencia y el terror, consecuencia de la firma del Acuerdo de Paz. Así mismo la movilización gracias a este nuevo clima político que cobra mayores bríos, hay una gran oportunidad para avanzar en esta ruta emulando a Chile y Ecuador con movilización masiva, pacífica y civilista para lograr reformas que beneficien al pueblo, en especial a los más humildes, pero sobre todo, para sentar una posición patriótica y soberana: No queremos seguir profundizando en el actual modelo neoliberal y antinacional como pretende el Gobierno Nacional.

¡Basta! ¡No más improvisación! ¡No más atropellos contra los trabajadores!

Por: Carlos Andrés Echeverry

Tanto el gobierno de Iván Duque, como el partido que lo respalda, vienen difundiendo por diferentes medios que las razones que motivan al paro nacional del 21 de noviembre son “fake news” y, para reforzar esa tesis, no han dudado en sostener que no se ha presentado ningún proyecto de ley orientado a reformar el sistema pensional y laboral.

¿Por qué el diálogo social no funciona en Colombia?

Por: Edwin Palma Egea

Generalizar siempre es equivocarse, por eso empiezo hablando de una excepción. Esta semana, en el marco de un evento internacional sobre dialogo social en la agroindustria y la minería, organizado por la Confederación Holandesa de Sindicatos FNV, escuché con atención a un empresario colombiano del sector palmicultor, un renglón de la economía colombiana en donde las relaciones laborales han sido tradicionalmente violentas, hostiles y poco ejemplares. El representante de Palmas del Cesar, una empresa con casi 60 años en el sector, hablaba de las bondades que el diálogo social con su sindicato, Sintrainagro, le ha traído a la empresa en productividad, reducción de conflictos y estabilidad.