Rompiendo Estereotipos.

(De viaje por Nederland)
Por: Paola Cervera Quintero.
Llegar a ese aeropuerto y pensar que, por el simple hecho de ser colombiana empezará la discriminación desde el mismísimo puesto de migración y, luego comprobar que entrar a ese país es más sencillo incluso que ingresar a uno de tu hermosa Latinoamérica. Encuentras a una linda chica rubia que te pregunta con una gran sonrisa el motivo de tu visita y luego sin más te da la bienvenida.
Necesitarás un poco más de abrigo. En otoño, la temperatura oscila entre los 3 y los 15°c, definitivamente no estás en tu amado trópico y no se ve la luz del sol de manera tan generosa como en tu país, pero no hay de que preocuparse, esta zona del planeta te lo compensa, lo prometo.
Sales a correr, con frío claro que sí. No te alarmes, si en tu país entrenas media hora y te sientes agitado, allá lo podrás hacer por mucho más tiempo, recuerda que están sobre el nivel del mar (o a veces más bajo) y no sufrirás por la presión, y, como el día no es caluroso, no sudarás tanto, así que a entrenar se ha dicho.
La gente se sorprende un poco de tus rasgos. Tienes los ojos y el cabello oscuro además de unos ojos indios únicos, por lo que sabrán que no eres árabe, ni oriental, ni africano, en seguida sabrán que vienes de otras tierras. No te alarmes, sonríe, siempre sonríe y así mismo ellos te devolverán una sonrisa.