Hemos proseguido en 2023… Fanzines. Andante voces y trazos

arturo neira
Arturo Neira Gómez
Psicólogo y escritor.
Con la presencia de obras de los poetas y escritores Luis Fernando Agudelo Céspedes, Nana Rodríguez Romero, José Eustasio Rivera, Andrés Barbosa Vivas, Edilia Castro Gallego y Arturo Neira Gómez.

Amables lectores, hemos proseguido en 2023 el Estallido Cultural por la Paz y por la Vida convocado con acierto en el II Semestre 2022 por la ex Ministra de las Culturas, las Artes y los Saberes de Colombia Patricia Ariza; prosecución que ponemos en acto con la publicación de los fanzines Andante Voces y Trazos #s 19 a 24, de los cuales ofrecemos una selección: obras de los escritores Luis Fernando Agudelo Céspedes, Nana Rodríguez Romero, José Eustasio Rivera, Andrés Barbosa Vivas, Edilia Castro Gallego y el suscrito.

Encuentran al inicio, como apertura, un dibujo alusivo a los estallidos sociales en Colombia 2021 y en Chile 2019, cuyas movilizaciones pacíficas exigiendo reformas sociales, educativas y ambientales esenciales, fueron reprimidas en forma sanguinaria e inmisericorde por los gobiernos neoliberales fascistas de entonces.

Arturo Neira Gómez
Editor

Luis Fernando Agudelo Céspedes (1)

Los muertos de nosotros

Ahora que por filas,
a montones,
nos hacen los muertos su guiño vertical
y nos instan a quedarnos solitarios,
se trasluce la sorna en monopolios,
y al trastrabilleo de rebaños obreriles
trascienden los secretos a voces y alharacas
que a juntillas revisten a la guerra
con nuevos uniformes
y estreno de son en las trompetas.
Al pasar pavoroso de los féretros
aparentan meras sombras
nuestros muertos desnucados
en los fértiles solares de sus casas,
penínsulas y golfos,
en valles y montañas,
y vaciados en los ríos,
en los ríos cargados de mohanes y misterios
llevadores de cartas y memorias,
números y fechas imborrables.

 

viñeta

Nana Rodríguez Romero (2)

Bucles y estrellas

El mundo deviene en bucles
Platero, peludo y suave
bebé asno, bebé burrito
ojalá hubieras pastado siempre
en las praderas de la infancia
con tu mirada tierna
y ese trote para jugar con las estrellas
      Platero, te han encerrado en un bucle atroz
que rompe tu lomo y tu existencia
no has nacido para ser esclavo
para cargar las faltas
de los hombres
te he visto llorar como a los ratones
las vacas y los perros
Platero ven
ven a mis praderas con tu trote de niño
ven a jugar con las estrellas.

 

La pecera

No hay que estar preparados
Sólo atentos

Nélida Cañas

La belleza es una condición peligrosa
los humanos quieren poseerla
tenerla cerca por un instante
y luego abandonarla
Mis colores, el ondular de mi cola
han sido mi desdicha
una cárcel de vidrio donde
no puedo volar con el agua
Me han condenado a ser pigmeo
solo, solo con mis excrementos
con ese exterior extraño
detrás de estas paredes que me aterran
mis inútiles nados de veinte centímetros
y esta nostalgia por sentir al cardumen
volar al lado mío

 

Las armas

Las armas, oh, las armas. La antigua e inocente quijada, la piedra en los cuchillos y las hachas. El arco en alianza con las flechas para hendir la carne delicada y viva. Para pulsar y hacer música en violonchelos y violas… Vino después la honda para tumbar gigantes y pájaros en arrullo. La voz de los metales se hizo llamarada para forjar espadas y caballeros en reinos desiguales. Las armas, oh, las armas… la quijada dio origen al plomo, a los tanques, las ojivas, las bombas que liberan el infierno nuclear aquí en la tierra. Las armas, oh las armas, reflejo de la estupidez, el poder y el odio de los hombres en sus efímeros reinos de polvo y desvergüenza.

La guerra

Ovidio, dime, háblame de la edad dorada donde no existen conflictos ni rencores. Si supieras la edad oscura que vivimos desde que tenemos memoria. Cuánto ha rodado la rueda con su eje arrastrando las carretas y los coches de la guerra. Cuántas ciudades arrasadas, con su alma de humanidad tendida en las plazas, en los campos, en los ojos de refugiados como tú, sin más protección que el mar o las marchas sobre un tablero de ajedrez con sus fichas congeladas. Hoy, la guerra es una carrera siniestra para robar la tierra y sus nutrientes. Hoy, la guerra es una máquina infernal conducida por pigmeos sin cabeza.

 

viñeta

José Eustasio Rivera (3)

Amorosa y fecunda

Amorosa y fecunda como el monte nativo,
en la hamaca se mece bajo frescos palmares;
o tendida en las pieles de lustrosos jaguares
la perfuman los vientos del sonoro cultivo.

Acendrando la magia de su ardiente atractivo,
en el cuerpo se pinta voluptuosos lunares;
y en sus sienes, al ritmo de los raros collares,
juegan lánguidas plumas su reflejo más vivo.

Afligida, en la loma, con los serios desnudos,
la sorprenden las noches esperando al indiano
que en las chambas acecha los tapires membrudos.

Y hacia allá, mientras siente despertar los sinsontes,
ve que algún meteoro rasga el éter lejano
como lívida flecha que ilumina los montes.

 

viñeta

Andrés Barbosa Vivas (4)

Retrato de Oriana Fallaci

Tengo a mi lado tu retrato.
Antes de conocer tu escritura, ya lo conocía
sentí de entrada su influjo
el escritor carga el dolor del mundo
duele por la manera en que lo conoce
y expone el dolor que somos.

Intento limpiarlo
pero el pelo que se ha caído, es verdaderamente tu pelo,
tu pelo negro y cano
tus ojos como lunas
tu cabello como la noche.
La parte derecha de tu rostro está más tensa
quizá por cada recoveco haya
un recuerdo triste de cuando fuiste corresponsal de guerra.
Fumas reportera, escritora ejemplar
cuántos caracteres, personalidades
entran en las realidades en que estamos
acompañados de los indicios de una vida
colmada desde pequeña con conocimientos
necesarios para vivir
para no pasar por la existencia como si nada
como un ser más de una especie.
Tus uñas también son oscuras
y tus dedos como árboles

vigorosos

llevan la existencia con sus hondas raíces
van definiendo la memoria
conocen las tipologías de las estirpes
tu mano va hasta la sombra
es como el bosque propicio de las historias
rubicundo ser multiforme
oscuro núcleo primigenio que testimonia nacimientos
y tu anillo
con la ciencia de las semillas
la luz de la luna
los puntos germinales que serán recuerdo
milenario
bello y acoplamiento
con la tierra, con el aire
con el sol, la lluvia
la palabra, el tacto
el dolor
la entrega.

Donde tienes tu anillo
tengo yo una marca
de hace tiempo
y con frecuencia me equivoco
pero a veces siento que los retratos me observan.
Me hubiera gustado
conocerte
y
de haber sido posible
engendrar contigo nuevas mañanas.
Dios te bendiga
Oriana Fallaci
tu precioso ejemplo
mujer que antepusiste la palabra a la guerra
como la vida
como la noche que engendra seres
que los alberga cálida, maternal
Dios te bendiga.

 

viñeta

Edilia Castro Gallego (5)

Luna

Tu luz aparece de repente
en la noche de soles dormidos
acaricia la inevitable oscuridad
con sus fríos rayos,
refresca el calor de los cuerpos.

Retrato

En tu mirada lúcida
una ventana abierta
derriba noches de serenata.

Musa

En cada palpitar de la música,
te siento danzar en mis versos.

 

viñeta

Arturo Neira Gómez (6)

I n s o m n i o

Un lamento
cae del tejado,
vuela del solar a la tapia
y en estampida se pierde
entre la bruma y los zarzos.

Perturbaciones de media noche.

El insomne despierta
malhumorado
y maldice,
maldice
sus carencias y miserias.

Y sus heridas
sangran.

Mira por el ventanal:
Todos duermen
y por qué no decir
¡todos sueñan,
menos él!

Recluido
en la orfandad de una casa,
errante
escarba la noche;
y masculla, lejano,
viajas ausencias.

Y sus heridas
sangran.

Sucede siempre,
siempre
al filo de la media noche,
cuando la luna llena
es más irascible.

Y con sus heridas
renueva
el mismo propósito:

¡Asesinar el insomnio!

 

Lo onírico

El día en la tarde
llega
al filo abismal
del crepúsculo vespertino;
y cae
siendo engullido.

¡Noche de resplandores!

Pero ese fugitivo
nunca pudo saber
que la oscuridad victoriosa
fue herida por él.

Después viene,
más fuerte que la tarde muerta,
un sopor hondo
abriendo balcones.

Bullen fantasmas,
aves locas revolotean,
infinitud de símbolos,
a veces un relámpago,
acechan vientos
suaves y huracanados...

Es la preñez
con alumbramientos
de la picada Mar de lo Onírico.

viñeta africanauso

N o t a s

(1) Luis Fernando Agudelo Céspedes (Ituango 1948 – Bogotá 2022). Trabajador por cuenta propia y escritor.
(2) Nana Rodríguez Romero. Tunja, Boyacá. Poeta, narradora y docente. De sus libros Animales rotos y Los Elementos, Ediciones Exilio, Bogotá 2022 y 2019.
(3) José Eustasio Rivera Salas (Neiva, Huila 1888, Nueva York 1928). De su libro Tierra de promisión, primera edición Casa Arboleda y Valencia, Bogotá, 1921.
(4) Andrés Barbosa Vivas (Bogotá, 1987–2010). De su libro póstumo Corazón de Partisano –Poesía Reunida. Ediciones Exilio, Bogotá 2021.
(5) Edilia Castro Gallego (Girardota, Antioquia). Docente de Educación Básica Primaria y escritora.
(6) Arturo Neira Gómez (Bogotá 1950). De su libro En la noche, Colibrí Ediciones, Bogotá Tunja, 2014. Y dibujo “… pisaré las calles nuevamene…”, Santiago 2019-Bogotá 2021.
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