Los delirios del magnate: el juego de la guerra y de la infamia

Por: Consuelo Ahumada
Solidaridad y cooperación internacional. Un par de principios generales que cobran pleno sentido en estas épocas de desastre y desconcierto. Los pocos líderes que en el mundo existen, como el Papa Francisco, llaman a un esfuerzo mancomunado para superar la crisis.
En medio de la pandemia más grave del último siglo, se impone concentrar todos los esfuerzos en fortalecer la salud pública, en cuanto a recursos humanos y tecnológicos para salvar vidas; garantizar las condiciones materiales de subsistencia a millones de personas que viven en la informalidad, en un mundo cada vez más empobrecido. Es decir, tratar de revertir los efectos más perversos de las políticas excluyentes de las últimas décadas. Superar la esfera de lo privado y darle al Estado el liderazgo que le fue arrebatado. Sentar las bases de una economía de guerra y guiarse por el sentido común. Incentivar el trabajo conjunto de los científicos del mundo para obtener la vacuna y los medicamentos que hoy no existen.