Mujeres, una ciudadanía

Por: Akemi Sofía Rave.
Activista LGBTI, candidata el Concejo de Medellín 2015.

Las mujeres, históricamente, hemos tenido que unirnos para construirnos y hacer respetar nuestra ciudadanía, nuestros derechos y nuestras libertades. Hoy es tiempo para que, como mujeres, nos unamos como ciudadanas para defender nuestro derecho a tener una familia, a ser madres solteras, a ser madres de los hijos e hijas de otras madres, a poder decidir si casarnos o no, y muchas veces también la posibilidad de trabajar y/o estudiar, e incluso para decidir sobre nuestros propios cuerpos. Pareciera que estuviera hablando de la lucha de los derechos de las mujeres de inicios de siglo XX, pero no, estoy hablando de los derechos de las mujeres diversas en pleno siglo XXI.

Hoy, no pareciera haber mucha diferencia sobre lo acontecido en esa época, hombres decidiendo por nosotras, cerrando nuestros espacios de participación, decidiendo por lo que otros piensan son nuestras necesidades, pero sin consultarnos y con una participación mínima de mujeres.

El proceso de participación de las poblaciones LGBTI en el diseño, formulación y ejecución de las políticas públicas no está dado desde la equidad, sino todo lo contrario, representa un poder de hombres que defienden sus propios intereses, que visibilizan lo que les conviene y ocultan lo que no debería mostrarse, visibilizan el cuerpo de las mujeres pero ocultan sus ideas, todo para lograr una mayor atención a sus luchas personales.

Es por ello que en este momento debemos construir una unión de ciudadanas diversas, donde seamos nosotras las que llevemos nuestras voces, nuestras agendas e intereses. Que nosotras empecemos a construir esa ciudadanía, con todos los derechos y deberes que eso conlleva, que nos apropiemos de nuestros cuerpos y los construyamos a nuestro placer, como debe ser en un Estado Social de Derecho. A decidir libremente nuestra creencia en un estado laico, pero como ciudadanas garantes de las creencias de los demás.

Somos todas las mujeres de Colombia ciudadanas, y como tal debemos exigir, luchar, reivindicar todos nuestros derechos, hoy en peligro por un grupo de extremismos religiosos, por la dominación de los hombres en las políticas LGBTI y en las que nuestros espacios no gozan de las suficientes garantías.

Este es el llamado a unir voces, ideas, cuerpos, pensamientos, canciones y artes en una sola propuesta, a que nos tomemos esos espacios, a que creemos espacios y a que defendamos como mujeres nuestros derechos.

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