Movilizaciones del 4 y 11 de junio

    Reactivación de la lucha por la defensa de la vida, la salud, la Paz, los derechos del magisterio, de los trabajadores y de los colombianos y contra la intervención de EEUU

Por: Andrés Cubides Rodríguez*

Reformas laborales con facultades especiales.

En medio de esta crisis de pandemia mundial, donde Colombia se juega la vida de todos sus habitantes con las decisiones tomadas por el presidente Uriduque que, investido de facultades especiales, ha acometido autorizar la apertura de varias actividades económicas y productivas, desconociendo que el avance exponencial de la infección del coronavirus se encuentra en pleno ascenso y que los infectados reportados diarios se contabilizan por más de 1000.

Si las observaciones de los especialistas, de los científicos y de la comunidad médica mundial han insistido en que la medida por excelencia más conveniente es la del aislamiento social, que se asumió con mucha demora, pues si hubieran sido ejecutadas desde antes de la detección del primer infectado y el confinamiento obligado desde entonces, no estaríamos viendo como de manera veloz se reportan infectados en todo el territorio nacional y cuyo pico más alto se espera para el mes de agosto, aproximadamente.

El problema de la movilidad de los ciudadanos por todos los espacios públicos, de producción y comercio, aumenta de seguro el número de infectados, razón que se ha esgrimido por las centrales de trabajadores, la CUT, la CGT, por Fecode y sus sindicatos filiales, y que el gobierno se ha negado a tener en cuenta, pues únicamente se escucha a los grandes empresarios e inversionistas que alegan grandes pérdidas y que exigen reactivar la economía nacional, en una actitud totalmente inconsecuente con los derechos por la vida y el bienestar de los colombianos.

La pandemia ha visibilizado la problemática económica y las condiciones de pobreza y abandono por el neoliberalismo, que, si bien se denuncian en todos los países, hoy es la cotidianidad y la batalla literal por la supervivencia.

El confinamiento agudizó esta crisis al impedir a estos colombianos acceder al rebusque diario, que ni para las tres comidas hay, a verse echados a la calle con prole y nada de haberes, notándose que los sin techo entonces son por millones.

Y ante la inactividad obligada, la quiebra de las medianas y pequeñas empresas repercute en un redoble del desempleo, de unas medidas que de manera salvaje se imponen por propuesta de los empresarios para hacer reformas laborales y pensionales que intentan acabar con todas las reivindicaciones logradas a través de las luchas de los trabajadores en el mundo.

Los despidos, las vacaciones adelantadas, la reducción de los salarios, las licencias no remuneradas impuestas, las primas no pagadas, ni las horas extras, nocturnas ni festivas, el trabajo solo por horas, las expectativas de pensión mas alejadas, y para acabarla de completar, la entrega de los dineros de los fondos de pensión por Duque a los banqueros que, como Ardila Lule, se solazan con las captaciones de los recursos prestacionales de los trabajadores, y como Luis Carlos Sarmiento Angulo que aumentan también su riqueza con los dineros de los fondos dirigidos a resolver la crisis y que como Agro Ingreso Seguro, ya iban camino a unos grandes empresarios que tuvieron que renunciar ante tan visible esperpento de la corrupción.

Todas estas dificultades del pueblo colombiano tienen que ser solventadas por el gobierno utilizando los recursos de los que debe disponer el Estado, como aplazar el pago de la deuda externa, utilizar las reservas internacionales ‒que, a propósito, los EE.UU. y las entidades financieras se lo impiden‒, incluso se ha sugerido hasta una emisión por el Banco de la Republica, porque lo que mas conviene es que se subsidien los salarios de los trabajadores y que se cobije a los demás con una renta básica de un salario mínimo, que a mas de ayudar a pasar en algo las necesidades reactiven la economía interna.

Se han desconocido completamente las organizaciones de los trabajadores en sus diferentes niveles hasta el punto de que las decisiones del gobierno son omnímodas, sin la más mínima opinión ni negociación de los sindicatos ni las organizaciones civiles y democráticas.

No es coincidencia que Duque intente calcar las decisiones de Trump, sino que de manera obsecuente también coloque en riesgo y le importe un pito la vida de los colombianos. EE.UU. sobrepasó los 100.000 muertos y de hecho se está deshaciendo de estas víctimas, que son realmente población pobre y latina, que no tienen cómo pagar las pruebas de covid y que para ese presidente son un problema. Así como racista, xenófobo, invasor, violento, y singular figura de la aporofobia, Trump no debe ser reelegido.

La tapa es la genuflexión del Uriduquismo ante los EE.UU. al permitir el ingreso de ejércitos norteamericanos, que con el pretexto de venir a combatir el narcotráfico, vienen a posesionarse en la parte norte de Suramérica, para invadir a Venezuela e intervenir en todos estos países en donde han surgido o hay expectativa de gobiernos alternativos para promover golpes de Estado y apuntalar gobiernos de extrema derecha como el de Duque, Bolsonaro o los de Ecuador o Bolivia.

El abandono de la salud y de los derechos prestacionales.

A esta situación descrita se le agrega la gravísima condición de la salud pública que no ha tenido el apoyo estatal necesario sino el abandono presupuestal y por consecuencia la carencia de recursos hospitalarios y presupuestales para una planta de personal de todos los niveles suficiente y capaz de atender la necesidad vigente.

Al contrario, el efecto de la política neoliberal dirigida a acabar con todo lo estatal y preferenciar lo privado con las EPS. Un servicio tan esencial como la salud no está en capacidad de atender la emergencia y por eso se asevera de que no hay personal suficiente, que por demás tiene vinculaciones laborales flexibilizadas, salarios no cancelados, sin los equipos de bioseguridad pertinentes, insuficiencia de UCI, de respiradores, de pruebas de detección de covid. Este es un sector que necesita de manera urgente que se abrigue por las entidades estatales de salud con lo necesario para alcanzar la otra orilla.

En el sector educación, el del magisterio oficial, se aboga por la salud de la comunidad educativa, la de los estudiantes y por supuesto la de los docentes, que son atendidos por entidades privadas contratistas y que además de su carácter de negociantes de la salud, hoy se encuentran con restricciones emanadas del Instituto Nacional de la Salud y de las secretarías de salud territoriales que por la emergencia han restringido los servicios, hasta el punto de que se atiende lo más mínimo como son las teleconsultas, las urgencias vitales y el aplazamiento de procedimientos quirúrgicos y tratamientos con especialistas. En otras palabras, no hay atención en salud para ese gran contingente de maestras y maestros que cobijan el territorio nacional y a sus respectivos beneficiarios.

Todo esto se agrava con la emergencia, pues conocidas son las falencias y la no prestación suficiente del derecho a la salud y a la vida y que con una entidad como la FIDUPREVISORA, que administra estos contratos, no cumple con su función de supervisora de estos y así el magisterio, en materia de salud está abandonado. A esto describámosle también que no se entregan las medicinas a tiempo, que quedan pendientes y ni se diga con aquellas que son catalogadas como de alto costo que tienen que atravesar innumerables filtros para negarlas en el tiempo, lo mismo que la negación de procedimientos, exámenes, citas con especialistas. Están de la dicha, pues entre menos salud brinden más ganancias quedan con el favor del gobierno.

Pero la FIDUPREVISORA, que también administra el FOMAG donde se albergan los recursos prestacionales de todo el magisterio oficial, ha sido sumida en un estado de completa irresponsabilidad al no respetar los tiempos determinados por la ley para el pago de las solicitudes de pensiones, de cesantías y de indexaciones producto de sanciones por incumplimientos de esta entidad. Esto hace que los docentes se vean en incumplimientos comerciales para adquisición o mejoras de vivienda, pagos de estudios o la supervivencia cuando se trata de pensiones de invalidez.

Se ha denunciado la política impuesta por el gobierno de la creación del Holding financiero, donde hace parte la Fiduprevisora y que trasladaría al FOMAG con todo y presupuestos a que sea entonces administrada por entidades financieras que ven con ávidos ojos la inversión y las ganancias con estos recursos del magisterio, tal como ha sucedido con las captadores privados que lo único que distribuyen entre sus afilados son las pérdidas y nunca las ganancias de las inversiones.

Por esta situación es que desde Fecode y sus sindicatos filiales se está exigiendo la intervención a la FIDUPREVISORA y la renuncia de su subgerente Jaime Abril quien fue colocado allí para acabar con el Fondo de Prestaciones del Magisterio, al igual que la de José Fernando Arias, gerente de servicios de salud. Urge por tanto la movilización del Magisterio oficial para defender la existencia del FOMAG.

Regreso alternado al aula: un atentado contra la vida.

Hoy el gobierno nacional y en especial el Ministerio de Educación han optado por no continuar con las negociaciones de los acuerdos pactados e incumplir las conquistas ganadas. Ha sido la forma mas despectiva de sacarle el cuerpo a la negociación sobre la reforma constitucional de Sistema general de Participaciones (SGP), que cobra más vigencia y necesidad, pues allí están considerados los presupuestos para salud, sanidad básica, agua potable y educación. Casi nada, cuando lo que se exige es que haya un sistema de salud con el suficiente fortalecimiento para atender la urgencia y la normalidad, una atención básica en salud que cubra a los sectores más abandonados, el agua potable de la cual quedó al descubierto que no le llega a millones de colombianos y de la educación de la cual depende su infraestructura desvencijada y las dotaciones de equipos y conectividades además de plantas de personal docente y administrativo que corresponda con unos números de estudiantes por curso, respetuosos de los estándares por área para cada estudiante, ajustados al distanciamiento que rige de ahora en adelante. Esto del SGP es del interés nacional que ha escamoteado el gobierno. Por mencionar también, está lo referente a Estatuto de la profesión docente.

Tampoco se ha prestado para discutir el actual momento de covid cuando se emiten circulares del MEN, sin tener en cuenta para estas discusiones a FECODE y en la Secretarías de Educación con los sindicatos regionales afiliados a FECODE. Aparece entonces la decisión unilateral de regreso alternado al aula a partir del mes de agosto, cuando el pico de infección es alto y se convierte en un atentado contra la salud y la vida de más de 20 millones de personas que se activan en el sector educativo.

La política de “Aprender en Casa” obviamente en consonancia con el confinamiento ha llevado al MEN a medidas que desconocen los gobiernos escolares y la autonomía institucional, la libertad de cátedra y al cúmulo de exigencias que rebasan la jornada laboral diaria y el sinnúmero de informes y materiales que hacen del trabajo en casa un factor perverso a la salud mental, sicológica y de otras enfermedades por el exceso de trabajo. Hoy estamos exigiendo que la infección de covid sea calificada como enfermedad profesional.

Continúan los señalamientos, estigmatizaciones y asesinatos.

Aún durante la pandemia y el confinamiento no han cesado los ataques contra las organizaciones de los trabajadores y de los líderes sociales. El asesinato sigue siendo una práctica común para eliminar a quienes han asumido la defensa de los DDHH, las riquezas naturales, los derechos de los trabajadores y de las comunidades. En eso es que FECODE y sus sindicatos filiales siguen siendo víctimas de las amenazas y los atentados y el gobierno de manera irresponsable no actúa en protección y por supuesto como enemigos del proceso de PAZ se convierten en un palo en la rueda incluso para desconocer la JEP.

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Los mítines del 4 y del 11 de junio son la continuación de las movilizaciones permanentes en el país y que con mayor fuerza se manifestaron el 21N. Poco a poco se van retomando la reactivación del Comité Nacional de Paro y la participación de la CUT, FECODE y todas las organizaciones cívicas y populares que hacen presencia allí.

    “Entre más oscura esté la noche, más cercano está el amanecer”

Las opiniones de las columnas son del autor y no representan la línea editorial de Nueva Gaceta.

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* Integrante junta Directiva ADE
Secretario de Seguridad Social y Salud
Dirigente de Renovación Magisterial

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