Mototaxismo ¿causa o consecuencia?

Por: José Luis Sierra “chilavert”.

Fue un mes de marzo de 2002 la primera vez que me ofrecieron el servicio de mototaxi mientras esperaba la ruta de bus que me transportaría desde la carrera 23 con calle 34 hasta el centro de la ciudad de Valledupar. Naturalmente no hice uso de tal oferta, y reconozco además que sentí mucha extrañeza y hasta desconfianzas, ¡bastante raro! me pareció que se estuviera prestando ese servicio en la ciudad.

Para el año 2007 se hablaba ya de 2.000 motocicletas ofertando el servicio de transporte en la capital del Cesar, se calculaban en el 2010, 12 mil motos dedicadas al mototaxismo, 8 mil en el 2012 y se cree según estudios de la Universidad Nacional que la oferta de este servicio en motos para los vallenatos, puede oscilar entre 5.000 y 5.700 dispuestas en las calles de la ciudad para satisfacer la necesidad de transporte que hoy padece la ciudadanía. Esto en razón a que de los 180 mil pasajeros que diariamente se movilizan en la ciudad, según la U.N, 103. 000 lo hacen en mototaxi. Cada mototaxista hace en promedio 31,5 carreras diarias como lo señala un estudio del Fondo de Prevención Vial en liquidación, las cuales multiplicadas por 5.715 nos daría exactamente los 103 mil pasajeros, es decir, que en Valledupar hoy no hay menos de 5.700 personas dedicadas a esta actividad.

La buena noticia, es que no es un problema que aqueje exclusivamente a la ciudad de Valledupar ya que muchas ciudades del país están afrontando esta situación; Cali, registra 4.000 familias que viven de esta actividad, Pereira casi 1.000, Cúcuta cuenta con 3.000, Armenia 7.000, La Dorada 1.000 y 4.000 entre Marmato, Villa María y Río Sucio, Bucaramanga 2.000, Riohacha 6.500, Popayán 1.500 y Cartagena 50.000 también según estudios del Fondo de Prevención Vial en Liquidación. Señalo algo de bondad en el hecho de que no sea una problemática exclusiva nuestra, debido a que nos permitirá ir revisando las medidas que con éxito se aplique en otras ciudades a fin de ir paliando y dándole salida a este fenómeno.

¿Cuáles podrían ser las causas? A mi juicio la causa principal y motora de esta actividad ilegal, por cuanto no es permitida en ninguna normatividad del país, es la falta de oportunidades laborales. En este país la mayoría de la gente no tiene muchas opciones para resolver el día a día y la moto es una salida para llevar la comida a casa y cubrir otros gastos, entre otras cosas porque 31,5 carreras en promedio diarias a 1.500 pesos, da un poco más de 47.000, lo que multiplicado por 30 días, daría un algo más de 1 millón 400 mil pesos. Esto sin dudas es mucho más de lo que se gana un profesional en Valledupar, es decir, el negocio es rentable.

Por otro lado, es importante señalar que el negocio del mototaxismo es viable solo en ciudades con una población igual o superior a los 350.000 habitantes ya que estas exigen mayor dinámica de movilidad, esto indica, que aunque esta actividad surge de la falta de oportunidad laboral, es la necesidad de movilización de manera ágil y económica, la que le da sustento. Se paga solo el 25% del costo de transportarse en un taxi y un poco más del 20% de la tarifa de bus y se llega de manera rápida al destino indicado, puerta a puerta.

La ciudad de Valledupar aunque quieran hacernos creer que sí, no cuenta con un buen servicio de transporte público; con cobertura en un 100%, eficaz, eficiente, con cortos tiempos de frecuencias, confortables, etc., lo cual viabiliza el mototaxismo como negocio y más aún logra el respaldo popular en la necesidad de movilidad del ciudadano, razón por la cual ningún decreto expedido para acabar esta actividad ha logrado prosperar contra ella, como el que prohibió la circulación de moto el día miércoles, ni el que prohibió el parrillero los días miércoles y sábado, ni la restricción de unas calles céntricas, ni la que prohíbe el parrillero mayor de 14 años y mucho menos lo va a hacer el más reciente, a mi juicio ilegal por cuanto violenta derechos, que pretende que la moto solo la pueda manejar el dueño sin poder transportar a alguien ajeno a su núcleo familiar.

Hay que reconocer que esta administración quiere implementar una serie de medidas tendientes a resolver la necesidad de ingresos a quienes hoy ejercen tal actividad en la ciudad, pero fue por ahí que se debió iniciar y no por el decreto. No puede pretender este alcalde que la gente deje de hacer lo que hoy le garantiza su supervivencia y que se quede estática hasta tanto se le pueda resolver su necesidad, y valga señalar que lo más seguro es que no se resuelva, ya que los recursos que hasta hoy están destinado para tal fin son insuficientes. ¡Alcalde! Los jugos gástricos llegan tres veces al día al estómago y si no hay nada aseguran una ulcera gástrica. Esto no puede ser patente de corso para delinquir, pero si se le arrebata la posibilidad a esta gente de resolver sus necesidades inmediatas con la moto muy seguramente lo harán de otra forma. Cuidado con los índices de delincuencia, atracos, fleteos, homicidios, entre otros.

Es necesario gestionar para que lleguen industrias de calzado, de ropa, alimentaria y otras, así toque brindarles unas gabelas tributarias, a objeto de generar oportunidades de trabajo a los vallenatos; hay que insistir y fortalecer el fondo rotatorio de crédito del municipio para apalancar iniciativas de negocios y fortalecer unidades productivas y, naturalmente, es necesario habilitar un buen sistema de transporte público en la ciudad con cobertura total, con frecuencias mínimas en las rutas, confortable y barato. Con una serie de medidas como estas vamos desarticulando el mototaxismo, el cual no es un problema sino una consecuencia de todo lo anteriormente expuesto.

Por: José Luis Sierra “chilavert”
@sierrajose1979
E-mail: simenjol@hotmail.com

Compartir