Elecciones, encuestas, candidatos y el mínimo

Diciembre 12 de 2017

Por: JAIME VARGAS RAMÍREZ

Una vez conocidos los candidatos de Coalición Colombia y del Centro Democrático, miremos entonces que puede venir en materia de elecciones. Lo de Iván Duque estaba cantado, por todos los lados se sabía que es el hombre de Uribe, y el que mejor marcaba en la encuestas. Lo de Sergio Fajardo si es sorpresivo, pues la forma de elegir el representante de esa alianza era uno de los escollos que impedía tomar decisiones y que produjo la crisis de la semana pasada con las declaraciones de Claudia López, pues no había consenso sobre encuesta o consulta. Primó la sensatez, creo, pues Robledo y Claudia tenían poca posibilidad, aun en una consulta, de derrotar a Fajardo.

Nunca antes se había presentado tal explosión de candidatos, de tantos matices y colores, lo que lleva a pensar, en principio, que es algo bueno para los colombianos, tener tanto de donde escoger. Pero también, por otro lado, se evidencia la decadencia y desprestigio que acusan los partidos. Lánguida, por decir lo menos, fue la votación que sumó el partido liberal en su consulta. Algunos opinan que fue un error dejarse contar y, de contera, quedó dividido. Cambio Radical, el partido de Vargas Lleras, huele tan mal, que su fundador y candidato lo hizo a un lado para tratar de parar su descenso en las encuestas. El candidato del Polo no registró más de un 3% en las encuestas y su partido acusa debilidad después de varias purgas en tan pocos años de vida. Los de la U no tienen candidato y, peor aún, no saben cómo parar la desbandada hacia otras banderías de sus afiliados. El CD aparentemente figura como el más cohesionado, pero su jefe Uribe tuvo que abrir la lista al senado por que no logró poner de acuerdo a los candidatos. Y en la recta final para escoger candidato presidencial han aparecido grietas y distintas corrientes. Y del conservatismo, ni se diga, un partido adicto a la mermelada desde que soltaron el poder con Pastrana. Están deshojando margaritas para ver con quien se casan a la presidencia.

De veintitantos candidatos que aspiran, solo unos pocos tienen esa posibilidad de acuerdo a las últimas encuestas, veamos: Vargas Lleras, centro-derecha: Apellido, maquinaria, favorito de Santos, siempre entre los primeros cinco de las encuestas. Se apartó de su partido Cambio Radical porque que todo el mundo hoy, lo relaciona con la corrupción. No habla de alianzas, se cree seguro de su trayectoria y del destino manifiesto de ser presidente de Colombia. Tiene propuestas concretas sobre diferentes temas, pero sobre la paz y la corrupción, muchas, pero muchas dudas. Asumió el discurso del miedo castrochavista para arañarle votos al uribismo.

Sergio Fajardo, centro izquierda: Buen alcalde y buen gobernador, sus cartas de presentación. Comparte una visión contra la corrupción y por el respeto a los acuerdos de la Habana, con el Polo y partido Verde, pero no se le conocen propuestas concretas de gobierno. En lo programático, debe hacer un esfuerzo grande por dar a conocer sus propuestas de gobierno, punto en el cual, a excepción de Vargas Lleras, los demás candidatos flaquean. Su punto fuerte es la educación, y puede ser la columna vertebral de su programa de gobierno.

Gustavo Petro, centro izquierda: es un fenómeno político, luego de su paso por el congreso en el cual hizo sonoros debates contra los corruptos y los para- militares, fue elegido alcalde de Bogotá después de haber denunciado la corrupción de la administración de Samuel Rojas, su ex compañero de partido. Su alcaldía fue un poco accidentada por la oposición adelantada por el ex procurador Ordoñez y amplios sectores políticos y medios de comunicación. A pesar de la mala prensa, siempre ha estado entre los punteros de las encuestas. No cuenta con una organización partidaria fuerte, pero maneja muy bien el tema de las redes sociales. Propone salir del modelo petrolero y minero y pasar a uno agroindustrial, pero le falta concretar un verdadero programa de gobierno, con cifras incluidas. No es bien recibido en la alianza de los nini, lo que lo obliga a construir otra diferente con sectores de centro y de izquierda, en los que puede estar Clara López y Humberto de la Calle. De suerte que, la centro izquierda, irremediablemente, irá dividida a la primera vuelta en dos grandes bloques.

Iván Duque, derecha: senador por Centro Democrático. Trabajó como consultor de la presidencia del BID, asesor del ex presidente Álvaro Uribe Vélez. Poco conocido por la opinión pública. Una vez anunciado el candidato único, inicia un nuevo proceso de consolidación del mecanismo para hacer la coalición con Marta Lucía Ramírez y el fanático Ordóñez. Por el momento toma fuerza la posibilidad de realizar una consulta abierta en marzo, en las elecciones para el Congreso. El elegido de esa coalición de derecha, deberá mantener el discurso contra los acuerdos de la Habana y beber del “cuerpo doctrinario” del mesías del ubérrimo.

En resumen, Vargas Lleras, Fajardo, Petro, e Iván Duque, son lo que aparecen con más posibilidades. Quiere decir, en mi opinión, que estas cuatro personas, con los apoyos que reúnan, se disputarán la primera vuelta en mayo. Lástima que la centro izquierda no lograra consolidar una gran coalición para asegurar el paso a la segunda instancia, porque así como están las cosas, ¿quién sabe? Solo ante una circunstancia que altere en forma importante las encuestas entre Petro, Fajardo y Humberto de La Calle, que haga que la diferencia entre los tres sea relevante, se podría pensar que uno u otro apoye al que mejor marque en las mismas, pero los veo muy distanciados ideológicamente, no creo que ninguno adhiera al otro, presentado tal evento.

Lograr la unidad de tan disímiles pensamientos y temperamentos en el vasto arcoíris de la izquierda colombiana, pareciera más fácil a través de un programa mínimo, trabajado desde las regiones y desde la base de organizaciones sociales, urbana y rurales, sindicales y de nuevas ciudadanías. Tarea pendiente, sin duda, quizás para el 2.022.

Las encuestas cada vez asumen más protagonismo en las elecciones, como insumo para mover las campañas y por supuesto a los electores. Acaban de definir candidato en el Centro Democrático y en la Coalición Colombia, directa e indirectamente. Pero en igual medida la Fiscalía le está robando protagonismo. Su director está empeñado en limpiarle el camino a su exjefe político Vargas Lleras.

Con órdenes de captura paga favores y destruye imágenes de viejos y nuevos contradictores de Cambio Radical. Las órdenes de captura contra importantes líderes de izquierda como Marcelo Torres y Carlos Caicedo parecen más una retaliación, porque como alcaldes de Magangué y Santa Marta gobernaron bien, se pusieron del lado de la más débiles y combatieron a los clanes de políticos corruptos que por años se robaron las arcas de esos municipios. Petro denunció recientemente que el Fiscal Martínez lo tiene entre ceja y ceja y guarda en su maletín una orden de captura que a cualquier momento se puede hacer efectiva, dependiendo de cómo marquen las encuestas de aquí a mayo.

*Se inicia la discusión del salario mínimo y seguramente terminará de nuevo en un alza por decreto. Gobierno y empresarios casi siempre se salen con la suya. Los sindicatos deberían de cambiar de táctica para equilibrar la mesa de negociaciones. En primer lugar, abogar por una negociación en otra fecha del año, donde la gente no esté en las celebraciones decembrinas, y en segundo lugar, acompañar la discusión con la movilización de los trabajadores, para que se sienta el respaldo de miles, para poder derrotar la cicatería y avaricia de patronos y gobierno.

La dirigencia sindical debe ser consciente que asiste cada fin de año a una encerrona, que solo puede ser desbaratada si es capaz de movilizar a los trabajadores que se benefician del aumento.

De resto, es el ya conocido y aburridor ritual o especie de sainete cada diciembre, donde se sientan a echarse cuentos y cifras empresarios y sindicalistas, para que al final decida el gobierno, más amigo de los primeros, un pírrico aumento salarial.

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