El impacto de la inteligencia artificial

Por: Genaldo Rodriguez Barbosa

La Inteligencia Artificial(IA) hace alusión a la creación de programas y componentes que pueden mostrar comportamientos considerados inteligentes; en la actualidad hay robots conversacionales, robots asistentes digitales, inteligencias artificiales ‒que, a menudo, no pueden distinguirse de los humanos‒, capaces de analizar datos en grandes volúmenes y a gran escala que se conocen como “big data”, capaces de identificar patrones y tendencias, formular predicciones de forma automática, con rapidez y precisión; en lenguaje coloquial diríamos que son máquinas que piensan como los seres humanos.

Pero, ¿qué es la inteligencia Artificial? Es la combinación de algoritmos (una regla abstracta que permite encontrar y expresar aquello que buscamos, o un conjunto de instrucciones para hacer algo), diseñados con el propósito de crear máquinas que ostenten las mismas capacidades que el ser humano, que emulen el pensamiento lógico racional de los humanos y actúen como humanos, de las cuales ya tenemos las redes neuronales artificiales, los robots que realizan actividades y tareas similares a como lo hacen los humanos y maquinas que pueden recibir, explicar, racionalizar y actuar imitando el comportamiento humano de manera racional.

Las aplicaciones de IA también las encontramos ya en los asistentes virtuales de voz como Siri de Apple, Alexa de Amazon o Cortana de Microsoft; en los aparatos de detección facial; las aplicaciones para el móvil como Lyli, que ayuda a comprender el contexto emocional de las personas sobre el consumo de bienes; las aplicaciones para la detección facial en los móviles, tecnología ya integrada en nuestros dispositivos cotidianos a través de bots (abreviatura de robots) como un personal shopper en versión digital que ayuda a sus clientes a elegir y comprar objetos de diverso tipo; Parla que ayuda al aprendizaje de idiomas; Ems, diseñada para ayudarnos en tarea de encontrar una nueva vivienda; o Gyant, un asistente virtual de Facebook que emite 'diagnósticos' médicos; también se tienen ya asistentes de rutas y localización como WASE y Maps. El objetivo de todas ellas es hacer más fácil la vida de las personas.

La IA la encontramos entonces en los asistentes personales que nos ayudan a sugerirnos servicios, hoteles, restaurantes, espectáculos, e informarnos sobre el estado de vías, ubicación de puestos de control policial, localización geográfica; en finanzas nos orientan en banca, inversión, detección de fraudes, y consejos a los clientes en todos los escenarios financieros; en clima y ambiente precisan información sobre su comportamiento, cambios, y avisa de fenómenos como huracanes, temporales, tifones, nevadas, tormentas, sequias; sistemas para el control de vehículos vigilados desde centrales; drones diseñados para plantar millones de árboles para combatir la deforestación y el cambio climático; sistemas para el ejercicio de vigilancia y seguridad; la construcción de edificios inteligentes diseñados para reducir el consumo de energía; vehículos submarinos no tripulados para hacer observaciones sobre el comportamiento del mar, riqueza ictiológica, fenómenos marinos y la corrección de daños; en la educación para saber cómo es el proceso de aprendizaje del estudiante, diagnosticar refuerzos, sugerir nuevos cursos crear ofertas personalizadas que optimicen el aprendizaje; en el sector agrícola hacer análisis sobre componentes del suelo, fertilizantes a utilizar, predicción de rendimiento de cosechas y de impactos ambientales; en el transporte y tráfico vehicular plataformas con su logística para optimizar el tráfico, evitar colisiones y atascos; en viajes espaciales al universo, robots para la exploración de planetas y el universo profundo; en medicina tenemos los chatbots que son sistemas conversacionales masificados como en el sistema WhatsApp. Un chatbots, es un sistema de Inteligencia artificial capaz de simular una conversación con una persona.

Barry Smyth, catedrático de informática en el University College de Dublín, afirma: “Los datos son a la IA lo que la comida a los seres humanos”. Crear una nueva mano de obra virtual es lo que se ha llamado “automatización inteligente”. Pensar por ejemplo en la dificultad para encontrar determinados artículos en un almacén, algo para lo que las empresas dependen de la capacidad de las personas para moverse por espacios estrechos y evitar obstáculos en movimiento será historia. Ahora los robots usarán láseres y sensores de profundidad en 3D para moverse con seguridad.

En cuanto al denominado Internet de las cosas, las personas pueden realizar su propio diseño mediante una tecnología que se conoce como los protocolos Z-Wave (que es un protocolo para comunicaciones inalámbricas) que le permite ingresar a la vivienda u oficina sin llaves. También hay ya protocolos para encender las luces con tan solo usar la voz, controlar los servicios públicos y ambientes como cerrar o abrir cortinas, manejar los electrodomésticos, desde un lugar remoto. Son escenarios que se están generalizando en los hogares. Existen protocolos que permiten a las personas diseñar su propio Internet de las cosas.
En la ciencia médica ya se tienen robots cirujanos, e incluso bots terapeutas y diagnosticadores de lo que aqueja al paciente con la elaboración de diagnóstico a base de preguntas que el bots le formula al paciente y de las respuestas recibidas establece las posibles causas de su enfermedad.

Hoy se ha venido avanzando en lo que se denomina Redes Neuronales Artificiales (RNAs) cuyo concepto se desarrolla a partir del funcionamiento de las neuronas en el cerebro humano, las cuales conforman una arquitectura de red neuronal conocida como Deep learning o aprendizaje profundo. Esta red consiste en una jerarquía de niveles, llamadas capas ocultas, de manera que cada capa puede ayudar a identificar manifestaciones más abstractas de los patrones que se investigan. Este método permite reconocer patrones de la misma manera en que lo hacemos los humanos, por ejemplo, cuando identificamos las caras de otras personas. Existen muchas aplicaciones específicas de Deep learning que ya superan en capacidad a los humanos. Una máquina puede imitar una obra humana con mayor precisión en cada nueva iteración, pero crear algo nuevo y único es una capacidad que sigue siendo exclusiva del ser humano.

La mente humana capta información de distintas fuentes externas, puede inspirarse en la música, la poesía, el arte o la fotografía, la misma naturaleza, el universo los astros los fenómenos físicos y apropiarse de estas cosas que le inspiran crear nuevas cosas o nuevos avances.

La IA no es otra oleada tecnológica, es una nueva herramienta de capital y trabajo. Podría decirse que es una nueva fuerza laboral, donde el impacto por los rendimientos esperados es abismal con relación a la fuerza de trabajo regular y se ha podido calcular que, en materia de documentos legales, con esta herramienta tecnológica, en tres días se podría hacer el análisis de lo que hacen tres personas en 6 meses.
Finalmente, la IA debe ligarse al concepto de la cuarta revolución industrial donde las nuevas tecnologías se fusionan con el mundo físico en relación con el tiempo, espacio, materia y energía; con las tecnologías de la comunicación y la información en lo digital; y con la inmensa variedad de seres vivos en el mundo biológico, impactando en todas las disciplinas sociales, económicas, políticas, organizativas, culturales y estructura de los Estados y los gobiernos, desafiando ideas y conceptos que hoy se tiene sobre lo que significa ser humano. Pero aún no se puede sustituir, la creatividad, el pensamiento, la inventiva, ni la empatía de las que el ser humano es capaz.

Bibliografía

Keith Darlinthon, PhD en IA, Profesor U. California, Berkeley. Artículos varios sobre IA.
Elaine Thompson, INTELIGENCIA ARTIFICIAL Women’s Health Magazine.
Barry Down, John Smyth, Janean Robinson, Rethinking School-to-Work Transitions in Australia.

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