Del sector ambiente en Santos II

John Alejandro Pulgarín Franco

Por: John Alejandro Pulgarín Franco.

Hace ya un mes el presidente Juan Manuel Santos hacía un discurso en la cumbre del Clima 2014 exhortando a los líderes mundiales para la protección del Amazonas y la reducción de 2 grados en la temperatura del planeta. Hace también unos días Rafael Mojica, líder de los Wiwas –sí, los mismos que fueron impactados por un rayo en el que perecieron 11 indígenas- (La misma etnia que ha sido amenazada y asesinada por guerrillas, paramilitares, fuerzas militares y empresas interesadas en explotación minera, véase http://www.hchr.org.co/acnudh/index.php?option=com_content&view=article&id=3182:ataques-historicos-al-pueblo-wiwa&catid=72:columnas-de-opinion&Itemid=91), advertía que el rayo había caído como una reclamo de los dioses para reparar algún daño causado hacia la Madre Tierra. En ese mismo instante en el país se formulaba un nuevo decreto sobre licencias ambientales.

Ya para el 15 de octubre se expidió el Decreto 2041 de 2014, que generó un debate sobre el tema de las licencias exprés, entendida como la reducción de los tiempos en el trámite de la licencia ambiental, sobre el cual el ministro de Ambiente Gabriel Vallejo advirtió que las licencias tardarían el mismo tiempo (90 días, un tiempo muy corto para proyectos de gran impacto ambiental), también mencionó sobre reestructurar la Agencia Nacional de Licencias Ambientales –ANLA- con el fin de mejorar su capacidad técnica, además de que el nuevo decreto exige entregar toda la información a tiempo para proceder con la licencia. Sin embargo, el decreto sigue sin convencer ya que la expedición del Decreto se enmarca con la llegada de la técnica del fracking (fractura), entendido como el procedimiento de inyección de agua con químicos para aumentar la extracción de petróleo y gas oculto entre las rocas. Con este sistema se gasta gran cantidad de agua y se contaminan las aguas subterráneas.

Uno de los apartes del Decreto sobre licencias ambientales que más discusión ha generado entre ambientalistas es el artículo 10: “De los ecosistemas de especial importancia ecológica. Cuando los proyectos a que se refieren en los artículos 8° y 9° del presente decreto, pretendan intervenir humedales incluidos en la lista de humedales de importancia internacional (RAMSAR), páramos o manglares, la autoridad ambiental competente deberá solicitar concepto previo al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, sobre la conservación y el uso sostenible de dichos ecosistemas”. Lo anterior significa entonces que las decisiones serán tomadas de acuerdo al interés del gobierno nacional y no sobre los intereses de las comunidades; es decir que fácilmente páramos como el de Santurbán (oro-Grey Star), Pisba (carbón-Hunza Coal), Sumapaz (petróleo-Australian Drilling Associates), Macizo colombiano (oro-Anglo Gold Ashanti), así como la desviación del río Ranchería en La Guajira son apenas un ejemplo de la permisividad del decreto frente a la explotación de recursos en áreas de importancia ecológica.

Otros aspecto bastante importante de señalar tiene que ver con el Informe del estado de los recursos y del ambiente 2012-2013 de la Contraloría General de la República, donde se señala la debilidad en la gestión ambiental, la prevalencia del sector productivo y la afectación del entorno. Así mismo la evaluación ambiental de la OCDE, y la serie de observaciones sobre la debilidad de la gestión ambiental para la preservación de los recursos, debido a la laxitud de las normas.

No obstante, el presidente Santos pasó de agache lo ambiental durante su primer mandato, y siguió la misma línea de su antecesor. Ya para este segundo Plan Nacional de Desarrollo el presidente Santos deberá apostarle a la gestión ambiental, cumplir con los acuerdos internacionales de carácter ambiental en los que el país está vinculado y mantener el status del segundo país con más biodiversidad del mundo. Cabe recordarle al presidente Juan Manuel Santos que la paz también es ambiental, y que para las víctimas y desplazados ambientales también debe haber verdad, justicia y reparación.

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