Por: Consuelo Ahumada
En medio de la crisis sanitaria y económica que golpea al mundo entero, la inquietud prevaleciente pareciera ser si se volverá a la situación anterior a la pandemia, o si, por el contrario, debe evitarse regresar a la vieja normalidad previa al desastre.
El FMI anunció esta semana que las predicciones iniciales sobre caída del PIB global serían ampliamente superadas. Las agencias de la ONU hacen pronósticos muy sombríos sobre el deterioro de las condiciones sociales, en cuanto a desempleo, migración, pobreza extrema y hambruna, así como en el acceso a servicios sociales básicos, indispensables para preservar la vida y la salud.
En Conexión Global de TeleSur habla Consuelo Ahumada, docente, académica e integrante del comité editorial de la Revista Nueva Gaceta sobre el escándalo de narcotráfico del hermano de Marta Lucía Ramírez. 12 de junio de 2020
Por: Consuelo Ahumada
Cuando han transcurrido apenas dos meses desde el inicio de la pandemia, las perspectivas de superarla pronto parecen bastante inciertas. Como consecuencia del confinamiento de buena parte de la población, la economía global, que ya arrastraba problemas serios en los últimos años, se derrumbó, tal como lo hicieron los precios del petróleo.
No hay augurios sobre una rápida salida a la crisis. La OMS habla de la posibilidad de convivir con el virus durante años y la vacuna no aparece todavía en el horizonte. Las instituciones internacionales hacen pronósticos cadaás sombríos sobre crecimiento, comercio, empleo y pobreza.
Por: Consuelo Ahumada
Estados Unidos se convirtió hace unas semanas en el epicentro de la pandemia. Día tras día, el número de contagiados y de víctimas mortales crece de manera exponencial, afectando en especial a los más vulnerables: negros, latinos e inmigrantes. El desempleo alcanza un nivel altísimo y las medidas del gobierno para afrontar la doble crisis son cada vez más erráticas y criminales. Con altas dosis de cinismo, su mayor preocupación ahora son las elecciones presidenciales dentro de seis meses, cuyo resultado parece incierto, a menos que ocurriera algo inesperado.
Por: Consuelo Ahumada
Al mejor estilo de los dictadores tropicales que florecieron en el Caribe durante el siglo pasado con el apoyo de la Casa Blanca, su inquilino actual presentó una idea novedosa para combatir la pandemia. En una rueda de prensa propuso que los contagiados se inyectaran desinfectante y recibieran descargas de rayos ultravioleta. Antes había dictaminado que la hidroxicloroquina era el mejor remedio, desafiando a los expertos del mundo entero que han prevenido sobre sus efectos nocivos.
La analista María Consuelo Ahumada, habló de la decisión del gobierno colombiano sobre la reanudación de la economía, en un contexto de pandemia de Covid-19. Señaló que "el dilema que se plantea entre proteger la salud y salvar la economía", no debe ser tal, pues "es un dilema que resulta ser un falso dilema, porque si no hay salud no se puede recuperar la economía, es así de sencillo, y así lo entendieron los países que han tomado las medidas apropiadas para salir adelante. Si no se protege la vida de los trabajadores, el consumo, cómo se va a salir de la crisis". Expuso que cuando quienes apoyan la idea de reactivar la economía, "hablan de salud de la economía, están hablando de los grandes empresarios, están hablando del sector financiero, eso es lo que deberían aclararse. Sacrifican a los más pobres. Esto no es nuevo". teleSUR
Tomado de: TeleSUR
Por: Consuelo Ahumada
La velocidad de vértigo con la que se extendió la pandemia por los cinco continentes en menos de seis semanas ha traído de la mano una crisis económica global con perspectivas bastante sombrías. Se le compara con la Gran Depresión de 1929, que dio al traste con la economía capitalista de la época. Sin embargo, la situación actual parece ser todavía más grave debido a su naturaleza y proyección, por lo que afrontarla no da espera ni tiempo.
Aunque la mayor parte de los países debieron adoptar medidas de cuarentena, en algunos lugares se sigue debatiendo sobre cuáles deberían ser las prioridades. Después de minimizar la magnitud de la crisis, personajes como Trump y Bolsonaro, al frente de países que han sido muy golpeados por la pandemia, han dejado ver que es inevitable e incluso deseable la muerte de cientos de miles de personas. Una postura típica del fascismo, como expresión máxima del capital monopolista: los negocios primero.
La investigadora María Consuelo Ahumada expuso que "la opción al fracaso de la globalización neoliberal, no es el nacionalismo, ni mucho menos este nacionalismo que pregona Trump, que ha sacado a flote todo tipo de exclusión, como al fascismo". TeleSUR
Por: Consuelo Ahumada Beltrán
Si la política errática del gobierno de Duque frente al avance del COVID-19 en el país ya era bastante preocupante, sus últimos pronunciamientos al respecto son todavía más graves. Algunos puntos importantes:
1) Hoy el Gobierno informa que "vamos mejor de lo esperado" y que estamos mejor que muchos países latinoamericanos. Se insiste en la necesidad de aplanar la curva, pero la verdad es que, al día de hoy, un mes despuès de la aparición del primer caso, Colombia es uno de los países en donde menos tests se aplican. Se habla de seguir el ejemplo de Corea y Singapur, pero no se dice que en estos países el acierto fue precisamente aplicar tests de manera masiva para detectar los casos, aislarlos y reducir la propagación del virus.
Si no se hacen sino muy pocas pruebas y estas se procesan muy lentamente, es lógico que tampoco se detecte de manera confiable el incremento del número de casos ni se conozca con certeza la magnitud del problema. En el colmo del absurdo, Duque rechazó las dos máquinas para procesar datos procedentes de China, que el gobierno de Venezuela le ofreció.
Por: Consuelo Ahumada
Solidaridad y cooperación internacional. Un par de principios generales que cobran pleno sentido en estas épocas de desastre y desconcierto. Los pocos líderes que en el mundo existen, como el Papa Francisco, llaman a un esfuerzo mancomunado para superar la crisis.
En medio de la pandemia más grave del último siglo, se impone concentrar todos los esfuerzos en fortalecer la salud pública, en cuanto a recursos humanos y tecnológicos para salvar vidas; garantizar las condiciones materiales de subsistencia a millones de personas que viven en la informalidad, en un mundo cada vez más empobrecido. Es decir, tratar de revertir los efectos más perversos de las políticas excluyentes de las últimas décadas. Superar la esfera de lo privado y darle al Estado el liderazgo que le fue arrebatado. Sentar las bases de una economía de guerra y guiarse por el sentido común. Incentivar el trabajo conjunto de los científicos del mundo para obtener la vacuna y los medicamentos que hoy no existen.
Por: Consuelo Ahumada
Si hubiera que describir en pocas palabras la proyección internacional de la política de Iván Duque en año y medio de su mandato, habría que destacar dos rasgos. El primero, su disputa permanente, cuando no franco enfrentamiento, con las Naciones Unidas y sus agencias en Colombia, en especial en cuanto a los derechos humanos y la implementación del Acuerdo Final con las antiguas FARC. El segundo, el esmero con el que el Presidente acoge las imposiciones de Trump y le reitera una y otra vez, mediante acciones y palabras, su disposición a convertirse en su aliado principal en una región tan convulsionada como América Latina.
Por: Consuelo Ahumada Beltrán
Ir a Cisjordania, en Palestina, y conocer de primera mano las condiciones de la ocupación de este país por parte de Israel es una experiencia tan interesante como conmovedora. Quienes participamos en un viaje de casi dos semanas, organizado por la Embajada palestina, tuvimos la oportunidad de hablar con representantes de organizaciones sociales, trabajadores, artistas, estudiantes, tenderos, personas del común, así como con algunos funcionarios de la Autoridad palestina.
La ocupación es muy dura y sigue indignando a sus habitantes, a pesar de que hayan pasado ya varias décadas desde cuando se inició. En ciudades como Ramallah, Hebrón y Nablus, los puntos de control establecidos por el gobierno sionista entorpecen todas las actividades de la vida diaria de los palestinos, desde ir a trabajar hasta resolver sus problemas mínimos de supervivencia. El cumplimiento de todas estas actividades depende de difíciles procesos de solicitud de permisos especiales que se conceden a discreción del guardia o del funcionario de turno. Comparativamente con otras regiones, los costos del transporte de pasajeros y de productos diversos son altísimos, así como la pérdida de tiempo, como consecuencia de dichos controles. Lo mismo sucede en Jerusalén Oriental y Belén, aunque allí la enorme afluencia de turistas disimula un poco la represión que ejerce el Estado de Israel desde hace más medio siglo sobre el pueblo palestino.
Sin duda, una experiencia muy interesante fue la visita a la Universidad de Birzeit, cerca de Ramallah, considerada una de las universidades más antiguas y prestigiosas del mundo árabe.
Por: Consuelo Ahumada*
Las difíciles condiciones políticas, económicas y sociales por las que ha transitado Colombia durante las últimas décadas tienen su origen en la confluencia de dos factores fundamentales estrechamente interrelacionados. Ambos son atribuibles tanto a la responsabilidad histórica de la clase dirigente del país como a los designios de quienes han detentado el poder en el orden mundial. El primero de ellos es la persistencia, intensificación y degradación de un conflicto armado que se ha prolongado por más de medio siglo. El segundo factor es el abandono histórico o la presencia precaria del Estado en importantes regiones del país y su fracaso en la construcción de un modelo de desarrollo que integre estas regiones y les procure a sus habitantes unas condiciones dignas de vida.
Esta situación se agravó a partir de los años noventa por la imposición de unas políticas económicas, en consonancia con la llamada globalización neoliberal, que fueron acogidas sin reserva y con entusiasmo por las élites de todos los países latinoamericanos, incluida Colombia: reducción del papel económico y social del Estado y desdén por el mercado interno, favorecimiento a los inversionistas extranjeros y al gran capital nacional y acatamiento de políticas de ajuste fiscal y restricción del gasto público. Al cabo del tiempo, dichas medidas han propiciado una mayor concentración de la riqueza, el deterioro del empleo y la exclusión social, no solo en la región sino en el mundo entero.
La directora de NG, Consuelo Ahumada, Ph.D., realizó, por encargo de la ONG Friedrich-Ebert-Stiftung, un profundo análisis sobre la propuesta de reforma tributaria hecha por la comisión nombrada por el presidente Santos. Ofrecemos a nuestros lectores el texto completo del estudio de la doctora Ahumada.
Por: Consuelo Ahumada.
La política fiscal integral es el mecanismo fundamental con que cuentan los estados para alcanzar los objetivos del desarrollo.
Sin embargo, si la reforma tributaria, como parte de esa política fiscal, parte del afianzamiento del modelo económico predominante, se presenta más bien como un mecanismo para recaudar los ingresos fiscales que requiere el estado para seguir cumpliendo con la función que se le ha asignado durante las últimas décadas en el orden económico vigente.
Por: Consuelo Ahumada*
El próximo domingo 2 de octubre se realizarán las elecciones más importantes de la historia del país en muchas décadas, con las que se buscará refrendar el acuerdo suscrito entre el Gobierno y las FARC en Cartagena el pasado 26 de septiembre. Tanto este evento como el mismo proceso de paz que le puso fin a este conflicto armado de más de medio siglo, se dio en medio de unas condiciones bastante singulares:un contexto nacional marcado por una fuerte polarización política y el respaldo contundente de los países de América Latina y del mundo entero.
No se trata solamente de un pretendido ejercicio democrático en el que se decidirá entre dos opciones, representadas por el SÍ y el NO. El plebiscito será un nuevo pulso entre dos sectores de la élite dominante, que han compartido un modelo económico excluyente, pero que desde hace más de un lustro se han enfrentado cada vez más por la solución que se le debe dar al conflicto armado en el país.Mientras el expresidente Álvaro Uribe insiste en la salida militar para derrotar a la guerrilla, el presidente Santos impulsó y desarrolló exitosamente el proceso de paz con la guerrilla más antigua del continente.
El triunfo contundente del SÍ en el plebiscito es fundamental, por las siguientes razones:
1. Los costos humanos de la guerra.
Por: Consuelo Ahumada.
Tras una negociación adelantada con mucho sigilo durante 18 meses, el 30 de septiembre de 2013 los gobiernos de Colombia e Israel firmaron un tratado bilateral de comercio en la ciudad de Jerusalén. Fue presentado como el único acuerdo de última generación que, además del intercambio de bienes y servicios, incluye asuntos de inversión, compras públicas y cooperación. El TLC debe ser ratificado por los parlamentos de los dos países y, en el caso de Colombia, la Corte Constitucional debe pronunciarse sobre su legalidad.
El acuerdo, que pasó casi inadvertido entre los múltiples que ha suscrito Colombia en años recientes con países desarrollados, se encuentra actualmente para su discusión en la Comisión segunda del Senado. Hay gran interés y mucha presión de ambas partes para que este sea ratificado cuanto antes, tal como lo puso en evidencia recientemente el nuevo embajador de Israel en Colombia.
Presentación
Nueva Gaceta virtual
En el año 2000, despuntando el nuevo milenio, un grupo de intelectuales y líderes políticos identificados en la necesidad de construir un país soberano y democrático y preocupado por la suerte de la población que sufre a diario las carencias y riesgos del atraso, puso en marcha una idea editorial que se tradujo en la constitución de un centro de estudios y de una revista, Nueva Gaceta.