Aislamiento y más aislamiento

Por: Andrea Esguerra
Siguen pasando los días y encuentro que hay gente feliz de estar presa en su propia casa. Es normal, el miedo infundido ha cumplido su labor. Me desconsuela caer en la cuenta de lo difícil que será volver a disfrutar de los pocos espacios públicos habilitados para el trabajo, la educación, el disfrute, la recreación, la protesta… para la vida misma.
Es frustrante ver cómo la gente se va acoplando y apocando con el encierro, además pidiéndolo; pero es más triste ver que a nivel local y nacional no se ha esbozado ni una sola idea de transformación estructural.