ANDANTE 7

Todo Ángel es terrible

      Rilke

    No solicito ya ese favor celeste, tu presencia;
    como incesante filo contra el pecho,
    como el recuerdo, como el llanto,
    como la vida misma vas conmigo.

        Cernuda

    II

    Cada lecho compartido
    es un paraíso
    donde la serpiente se enrosca
    ebria de frutos...
    Al abandonar mi paraíso
    una espada flamígera
    se ha encargado de recordarme
    la desnudez y el frío del espejo.

    X

    El calor de tu mano
    no pudo impedir que volteara la mirada
    hacia la ciudad nevada por el amor.
    Si miras atrás
    me encontrarás desnuda
    gustando las sales de la piel.

    XXIV

    ¿Quién es aquel
    que se dirige a mi casa
    con una bolsa de estrellas
    y llama tan suave a la puerta?
    ¿Acaso no veis que el agua escurre
    por sus hombros
    en esta noche lluviosa
    y sin embargo trae un canto
    en la mirada?

    He velado su llegada
    detrás de la cortina
    con el corazón en vilo
    buscando en cada ser,
    observando...
    Cuántas veces he corrido el velo
    tras apagar la lámpara
    pero hoy
    los duraznos han florecido
    sus nudillos han derramado
    aromas imposibles...

    Eres más bello
    que un incendio de luna
    en el verano
    las aves del paraíso
    beben de tus manos
    eres una fuente
    donde la luz
    estalla sus cristales.

    Abrí los ojos
    y ahí estabas como un templo
    como un altar donde ofician
    las mujeres sus amores
    adoré tus pies, el suave secreto de tus dedos
    navegué la curvatura de tus músculos
    los frutos se abrían en cada beso
    como una vendimia
    como un odre generoso
    que esparce el aroma de los años...

    ¿Quién es aquel
    que baja la escalera de mi casa
    y se interna en la madrugada
    con una bufanda en el cuello
    mientras en mi habitación
    sonríen las estrellas?

    XXXIII

    Yo Magdalena
    desaté mis ojos
    besé sus pies ungidos
    por el sándalo
    y bajo sus manos
    dejé caer mi túnica
    hasta rasgarse el velo.

    * Nana Rodríguez Romero. Escritora colombiana. Ha publicado los libros de poesía: El orden de otros días, Permanencias, Hojas en mutación, Lucha con el Ángel, El bosque de los espejos, El oro de Dionisios, La piel de los teclados y Vendimias del desierto. Libros de cuento y minificción: Los Elementos, El astrolabio, La cometa infinita, La casa ciega y otras ficciones, El sabor del tiempo, Efecto mariposa. Estudio literario: Elementos para una teoría del minicuento. Micronovela Juanantonio. Invitada a encuentros de escritores y poetas en México, Uruguay, Venezuela y Colombia. Seleccionada para varias antologías nacionales e internacionales en poesía y minificción. Becaria del Ministerio de Cultura y ganadora del Premio Nacional de poesía Ciro Mendía 2008. Docente de Humanidades en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.

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