Alejandro Toledo: el error estadístico y la sociedad compartida.

Por: Fernando Guerra Rincón.
Economista Universidad Tecnológica
de Bolívar y Humanista

En el marco de la Conferencia Anual del Grupo Latinoamericano de Administración Publica, GLAP, con el respaldo del Instituto de Prospectiva de la Universidad del Valle, que se llevó a cabo a mediados de octubre en la ciudad de Santiago de Cali, (Hotel Spiwak), el expresidente peruano Alejandro Toledo, presentó su libro La sociedad compartida: Una visión para el futuro global de América Latina (Planeta 2015), donde resalta el papel de la educación en el desarrollo de los países, en la libertad y la promoción del individuo, de lo cual el mismo es su espejo: Yo soy un error estadístico, afirma, subrayando el hecho cierto de que se salvó de milagro: en América latina, la región más desigual del mundo, las grandes mayorías no han tenido, ni tienen la posibilidad real de acceder a los parabienes del desarrollo, entre ellos la educación. Educación de calidad y de cobertura universal.

En Colombia, por ejemplo, sigue siendo un adefesio la precariedad de la educación pública, la falta de presupuestos adecuados de las universidades ídem en favor de las universidades privadas de elite, donde el costo de las matriculas solo las pueden pagar los más ricos, apuntalando, con ese instrumento igualador, la antidemocrática estratificación de la sociedad, y de lo cual, el programa Ser pilo paga es una muestra odiosa.

El Cholo, como es conocido en la hermana nación, por su origen indígena, nació en una de las regiones más pobres del Perú (Cabana, 1946) y, por ende, soportó la cortante y ruda realidad de la miseria: a los seis años ejerció de lustra botas y vendió lotería para contribuir con el sustento de su extensa parentela, una familia de 16 hermanos, de los cuales murió la mitad, por la selección drástica de la negación de las oportunidades. Sin embargo, gracias a su perseverancia y a sus especiales dotes de inteligencia, se graduó en economía en 1970 y en la Universidad de Stanford, obtuvo dos maestrías y un doctorado, que lo alejaron del infortunio de las carencias. Por la educación, dice, nunca tuve que vivir en la pobreza. Con Peru Posible, el movimiento político que fundó, ejerció la Presidencia de la Republica entre los años de 2001 a 2006. Hoy es libre y recorre el mundo.

Con una moraleja cruel. El expresidente Toledo se ha dedicado a proponer las políticas que hicieron que él fuera la excepción y no la regla en las sociedades de esta parte del mundo. En La sociedad compartida, el expresidente repite, con ropaje nuevo, las recetas que han perpetuado la desigualdad y la pobreza en la región y afincado al subcontinente en la inestabilidad de la dependencia de sus ingresos de las materias primas: una fe ciega en las reformas estructurales de los noventa llevadas a cabo en toda la región bajo la influencia intelectual del Consenso de Washington que no han traído a la mayoría de sus habitantes ni la prosperidad, ni el crecimiento, ni el desarrollo de sus economías, lejos de la perseguida ilusión de una sociedad compartida.

La globalización, tal y como se ha instrumentalizado, una de las apuestas del expresidente, (capítulo 10 del libro) es mirada con recelo por la ciudadanía europea (ver: Las razones que tienen en entredicho la globalización, El Tiempo, 9/10/2016) que ve con sumo temor como se desmonta el estado del bienestar para darle paso a una economía reglada por la austeridad fiscal, la dictadura de la banca central independiente en beneficio del gran capital financiero desregulado internacional que asfixia a Grecia y alentó el Brexit, que amenaza con desbaratar la hermosa construcción de la Unión Europea. En Estados Unidos, las prédicas de Toledo de afincarnos en las bondades del comercio internacional para que la región encuentre espacios de crecimiento y desarrollo hacia sociedades inclusivas, han aupado el surgimiento de personajes como Donald Trump que se apoya en el inmenso daño que estas prácticas, le han ocasionado a la economía norteamericana cuyos trabajadores de clase media han visto disminuir su expectativa de vida (Case-Deaton), perder sus puestos de trabajo y la seguridad en la que vivían en otrora, en la incluyente sociedad norteamericana.

Difícil que la región se enrumbe hacia puertos más seguros y felices, que se desprendan de la dependencia de las economías extractivas para sus ingresos fiscales que alientan la corrupción y le hacen un inmenso daño al medio ambiente; que logre sociedades más inclusivas donde el producto de la actividad económica haga participe a las grandes mayorías de los frutos del crecimiento; que logre impulsar la innovación y el conocimiento para apuntalar el crecimiento, con las actuales políticas económicas que están al mando en América Latina y que el expresidente peruano promueve con entusiasmo. Por eso, al terminar su ejercicio presidencial, el pueblo peruano le negó la posibilidad de ser reelegido. La sociedad compartida que nos propone el expresidente, Fernando Toledo, no pasa de ser un catálogo de recetas ya conocidas, experimentadas y fracasadas en la región.

Fuente: La Palabra. Universidad del Valle. Año 25, No 276, Santiago de Cali, Noviembre de 2016.

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