Lecciones de la desobediencia civil.

Por: Luis I. Sandoval M.
Tomado de El Espectador.
4 ago. 2020 - 12:01 a. m.

El 27 de abril de 2015 escribí: Fecode educa marchando. Esta columna de hoy es continuación de aquella. El movimiento de los maestros y maestras, que se expresa en la Federación Colombiana de Educadores, con sus palabras y acciones en el aula, en la calle, en cualquier circunstancia, está educando. Considero que los maestros, inclusive cuando convocan y realizan una acción de desobediencia civil, están educando. Por eso esta nota se titula lecciones de la desobediencia civil. Son varias y de gran importancia estas lecciones.

Primera: existe un recurso válido, legítimo, práctico, en la vida democrática que se llama desobediencia civil. Muchas personas quizá lo están descubriendo ahora. Es un concepto que está muy cerca del de resistencia, el de objeción de conciencia y el de protesta social pero no se confunde con ellos.

Segunda: el teórico político norteamericano John Rawls, citado por Fecode en llamamiento de prensa el domingo 26 de julio, entiende la desobediencia civil como “un acto público no violento, consciente y político, contrario a la ley, adelantado con el propósito de ocasionar un cambio en la ley o en los programas de gobierno” (Rawls, 1995, p.331).

Tercera: ocurre la desobediencia civil cuando una o muchas personas deciden desobedecer una ley o decisión de gobierno porque la consideran injusta o perjudicial. Ghandi lo expresó de manera magnífica: “La desobediencia civil es la violación civil de leyes inmorales y opresivas”.

Cuarta: la alternancia en las aulas, días presenciales y días no presenciales, dispuesta por la Resolución 011 del MEN (29 de mayo 2020), derivará en una situación altamente riesgosa e irresponsable por cuanto miles de maestros y millones de niños y adolescentes estarían innecesariamente expuestos al contagio de Covid-19 dado que en los establecimientos educativos no existen, ni pueden improvisarse, las condiciones de espacio y salubridad más necesarias. Los protocolos que establecerían las autoridades locales, docentes y administrativas, se aprecia claramente que serían insuficientes para una cantidad tan grande personas.

Quinta: la desobediencia civil convocada para el lunes 3 de agosto desconoce e incumple una norma (Resolución 011) en procura de un bien superior como es la vida de millones: Defendamos la vida como bien supremo del pueblo colombiano es el llamamiento que hace Fecode en el referido texto publicado el 26 de julio.

Sexta: la desobediencia civil se distingue por su carácter no violento… se la considera una forma de petición que tiene lugar en el foro público que, por ende, no necesita recurrir al uso de la violencia para expresar el descontento por el desconocimiento de los principios de justicia… (Calderón Ibarra, 2017, p. 114).

Séptima: usar de manera gradual los instrumentos de la lucha no violenta quiere decir, en el terreno más práctico, comenzar por los métodos más livianos y sutiles, tales como la persuasión, la concientización y la protesta; para continuar escalándolos hacia otros más evidentes y vigorosos como la no cooperación y no colaboración; y terminar con los más contundentes, aquellos que harán referencia a la acción directa, como la desobediencia civil o la intervención masiva no violenta (López-Martínez, 2017, p.108). Así procedió Fecode en relación con la R011.

Octava: tan propia es la desobediencia civil como concepto y como práctica de la vida democrática y del Estado Social de Derecho que la Corte Constitucional la emplea en sus sentencias y los magistrados en sus constancias o salvamentos de voto. Ejemplos: Sentencia N°571 (4 junio, 2008); Sentencia N°603 (30 julio, 2012); Sentencia N°742 (26 septiembre, 2012); Sentencia N°541 (21 septiembre, 2014) según estudio de Astrid Johanna Calderón Ibarra (2017).

Coincide la convocatoria de los maestros con las marchas de campesinos, indígenas y afrodescendientes hacia Bogotá por cumplimiento de acuerdos y nuevas demandas, con el encadenamiento de los estudiantes de universidades públicas por matrícula cero, con la acción de los trabajadores de Ecopetrol ante el plan de enajenar parte de ese importante patrimonio nacional.

Con la marcha, la asamblea permanente, el paro, la desobediencia civil los maestros y demás sectores movilizados están educando no solo a niños y jóvenes sino a las comunidades territoriales y al país entero en una verdad elemental: ¡los derechos solo se ganan luchando! Desobediencia civil: basta quedarse en casa.

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