¿Hasta qué punto se está preparado para enseñar en la virtualidad?

Por: Hernán Augusto Tena Cortés

De manera histórica y por medio de transformaciones metodológicas y administrativas el sistema educativo ha explorado diferentes etapas. De los sabios en los gimnasios de la antigua Grecia al periodo clásico humanista católico1, de este último, al periodo moderno humanista liberal2 y luego, al periodo contemporáneo3. Todas las anteriores a través de un profesor orientando el saber a sus estudiantes en modalidad presencial y sincrónica.

Esta orientación ha sido impartida a muchas generaciones y hoy se ve permeada por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, las cuales son incluidas o excluidas dependiendo del enfoque de enseñanza adoptado por el profesional en educación y de la accesibilidad proporcionada por la institución en donde se labore, permitiendo esto abrir una brecha entre las instituciones en su dinámica de enseñanza – aprendizaje.

En Colombia desde el ministerio de las TIC se trató de disminuir la brecha con la implementación de capacitaciones a través del programa Computadores Para Educar. El objetivo era implementar el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), TAC (Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento) y TEP (Tecnologías para el empoderamiento y la participación) en el sistema educativo público.
En el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19 el estado decidió como medida de prevención determinar aislamiento preventivo en las instituciones educativas, procediendo a decretar la implementación de la educación virtual para dar continuidad al año lectivo 2020. Para esto se modificó el calendario escolar adelantando las vacaciones y dando dos semanas de desarrollo institucional para que las instituciones en manos de sus docentes implementaran los medios y estrategias a utilizar para impartir sus clases en esta impuesta y para muchos compleja modalidad virtual.

La imposición del gobierno ha creado sinsabores invitando a reflexionar alrededor de la siguiente pregunta: ¿hasta qué punto se está preparado para enseñar en la virtualidad? Si usted ejerce la práctica docente seguramente estará pensando que cuenta con la preparación adecuada o que en su defecto, la anterior es una pregunta sin sentido. Pues hoy un alto porcentaje de profesionales en educación tienen por lo menos aptitudes básicas en materia de informática y ofimática; sin embargo, le recomiendo que continúe leyendo y en simultáneo evalúe su respuesta, dicho interrogante no se puede despejar sin hacer un paseo por la virtualidad.

¿Qué es la educación virtual?

La educación virtual es aquella que flexibiliza el tiempo y la cobertura proporcionando un tipo de aprendizaje por medio del internet. Esta permite la actualización en tiempo real, el almacenamiento, la recuperación, la distribución de contenidos e información y es recibida por el usuario final a través de un ordenador, tableta o teléfono inteligente. Otra característica muy importante es que rompe paradigmas de la educación tradicional. Plantea Lozano (2010):

“(…) que la educación virtual es posible, si se integra el uso de los medios tecnológicos como herramienta comunicacional (recursos asincrónicos y sincrónicos) que facilite el intercambio de conocimientos entre el estudiante y el docente. Es decir que el aprendiente cuenta con el mediador las 24 horas del día, para efectuar una comunicación con él en distintos tiempos de acuerdo a su disponibilidad”.

Este tipo de educación permite al docente la aplicación de recursos que generan aprendizajes interactivos y motivan la construcción del conocimiento autónomo e independiente de los estudiantes. Se ejecuta por medio de la interacción (sincrónica y asincrónica) y contribuye en la gestión del conocimiento proporcionando las siguientes ventajas:

• Acceso a materiales de aprendizaje y actividades de alta calidad aumentando la interacción con las herramientas de enseñanza y acomodándose a los tiempos del estudiante.
• La posibilidad de interactuar con este material de aprendizaje en cualquier momento del día y lugar.
• La facilitación las destrezas de aprendizaje, resolución de problemas, toma de decisiones y pensamiento crítico.
• La interacción con los docentes se realiza en línea, flexibilizando los tiempos de acceso y comunicación.
• El tipo de comunicación facilita la enseñanza globalizada y multicultural en grupo, además de la interacción con docentes invitados a las clases.
• Estimula que el estudiante se responsabilice de su propio aprendizaje.
• Proporciona alternativas para diferentes tipos de aprendizaje o diferentes tipos de profundidad.
• Mejora de las habilidades en el manejo de las nuevas tecnologías y en el acceso de información actualizada e indexada.

La educación virtual y las ventajas anteriores dejan de ser utopía en la medida que los docentes generen material de calidad. También es necesario el conocimiento de los métodos, técnicas, estrategias y medios que faciliten la interactividad para fomentar en el estudiante el rol de protagonista de su aprendizaje, dejando a un lado la instrucción tradicional característica de la educación presencial.
Por otro lado, se ha evidenciado que cuando no se cuenta con las habilidades para la virtualidad, de manera imprecisa se trata de trasladar la práctica presencial a los medios digitales garantizando el fracaso en el proceso de enseñanza. Por eso se hace necesario tener en cuenta los elementos básicos para la educación virtual:

a. El modelo pedagógico necesita proyectar y argumentar todos sus programas y actividades de manera que docentes y estudiantes puedan observar cómo la tecnología puede contribuir a reajustar el proceso de aprendizaje. (Attwel, 2007) De manera que para estructurar un modelo es preciso reflexionar alrededor de las siguientes preguntas:

◦ ¿Qué características deben tener los estudiantes a quienes van dirigidos los programas?
◦ ¿Qué preparación pedagógica y técnica tendrán los docentes encargados de impartir este tipo de educación?
◦ ¿Cuáles son los objetivos de enseñanza?
◦ ¿De qué medios tecnológicos se dispone para la definición de estrategias didácticas y metodologías a emplear?
◦ ¿Cómo se direccionara el proceso de evaluación y seguimiento?

b. Disponibilidad de la tecnología apropiada: al igual que en la educación presencial existen unos mínimos básicos que en este caso van en dirección a una infraestructura tecnológica dotada de herramientas, redes y recursos.

Infraestructura en Software: plataforma virtual y programas adecuados para el montaje del curso o programa virtual.
Herramientas: blogs, wikis, herramientas de google, dispositivos electrónicos, dopbox, redes sociales, entre otros.
Recursos: e-Book, e-Bibliotecas, YouTube, Powtoon, Scielo, Mediawiki, Dialnet, Redalyc, Psyinfo, Eduteka, entre otros.

c. Rol de los Actores del Sistema Educativo:
◦ Docente:
i. Capacidad para interactuar con diseñadores y programadores para el montaje y puesta en marcha del curso.
ii. Conocimientos y madejo de las TIC
iii. Aplicar estrategias metodológicas para estimular la participación activa del estudiante en su proceso de aprendizaje.
iv. Comunicación sincrónica y asincrónica con los estudiantes garantizando el acompañamiento y orientación.
v. Propiciar el trabajo colaborativo de grupo.

◦ Estudiante:
i. Alto nivel de autonomía y disciplina de trabajo.
ii. Tener habilidades y conocimiento en el manejo de las TIC
iii. Capacidad de relacionarse en proyectos de trabajo colaborativo con sus compañeros de curso.
iv. Buen manejo del tiempo para garantizar los objetivos educativos y el cronograma asignado por el docente.
v. Mantener una línea de comunicación constante sincrónica y asincrónica con el docente.

La educación virtual ha hecho metamorfosis de la práctica poniendo sobre la mesa otras características y perfiles de estudiantes y docentes. Se hace evidente que tiene componentes diferenciales con la presencialidad y que estos obligan al profesor a escoger una de estas especialidades. En este siglo y en la virtualidad, es preciso entender la diferencia entre maestro, docente, profesor y tutor. También se debe dejar de pretender que educación virtual, e-learning y educación a distancia son sinónimos. Por último, se puede extender la invitación a las TIC, pero también a las TAC y las TEP.
Finalmente, se está preparado para enseñar en la virtualidad hasta el punto en el que se esté dispuesto a actualizarse, a hablar de conectivismo digital, de pensamiento colectivo, de ambientes personales de aprendizaje, de cibercultura, de didáctica digital, de flexibilidad, de asincronía y de una lista interminable de términos que hacen parte de esa metamorfosis mencionada con anterioridad. Pero sobre todo; se está preparado cuando se entienda que los roles del maestro y del estudiante cambiaron, que los primeros ya no son los portadores del conocimiento y que los segundos, ejercen propiedad sobre el aprendizaje. El ejercicio de la educación virtual es para especialistas en dicho campo, así como lo es la presencialidad y sus retos en materia de disciplina, por no mencionar otros.

Referencias

SANGRÀ, Albert. (2001) Enseñar y aprender en la virtualidad, Universitat Oberta de Catalunya asangra@campus.uoc.es. P. 117-131. Educar.
CABERO, Julio (2006.)Bases pedagógicas del e-learning. Revista Universidad y Sociedad del Conocimiento. Volumen 03 No 1.
BATES, T., & ESCOLÀ, R.F. (2001). Cómo gestionar el cambio tecnológico: estrategias para los responsables de centros universitarios.
SIERRA, Luis E. Reseña (2009) “Cibercultura. La Cultura de la Sociedad Digital” de Pierre Levy. Revista Signo y Pensamiento. Vol. XXVIII, No 54. Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá

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1) Instrucción del hombre en conocimientos y prácticas culturales
2) Instrucción de la sociedad en conciencia ciudadana y opinión ilustrada
3) Instrucción de saberes pedagógicos, reconocimiento de las culturas y las diferencias

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