España a segunda vuelta en las elecciones. Podemos se la juega por el cambio.

Por: Luis Daniel Terán.

El 26 de junio España afrontará unas nuevas elecciones generales. Las anteriores fueron apenas hace 6 meses y su legislatura fue muy corta debido a que no hubo acuerdo entre los partidos para conformar gobierno, regla necesaria de los regímenes parlamentarios.

Las elecciones del 20 de diciembre de 2015 le dieron al Partido Popular, de derecha, un total de 7.236.000 votos lo que se tradujo en 123 diputados al parlamento. El Partido Socialista de corte socialdemócrata obtuvo 5.524.000 votos y 90 diputados. Podemos, la agrupación de centro izquierda,obtuvo 3.191.000 votos, y sus aliados regionales más de 1 millón y medio, logrando 69 escaños, el cuarto partido fue Ciudadanos, que es de origen catalán y de derecha, quien gozó de 3.500.000 de votos y 40 diputados, y los otros escaños se repartieron entre movimientos de izquierda y partidos regionales.

Varias enseñanzas dejaron las elecciones anteriores, entre ellas, que el tiempo del bipartidismo terminó. La irrupción de otros partidos ha revolucionado el sistema político español, el cual estaba diseñado para una alternancia de los dos partidos principales, y cabe recordar que, en anteriores elecciones, los Socialistas y los Populares obtenían la mayoría absoluta, o sea 176 escaños de los 350 que se eligen en el congreso de los diputados.

Como todos sabemos, España sufrió buena parte del siglo XX una dictadura en cabeza de Francisco Franco y solo hasta 1977 tuvo elecciones parlamentarias libres y democrática, en medio de una transición que hoy se cuestiona, con el argumento de que, si bien fue necesaria en su momento, fue un pacto entre agrupaciones hegemónicas que no tiene mayor sentido en el siglo XXI.

Las encuestas para las próximas elecciones dan como primera fuerza de nuevo al Partido Popular, pero la gran sorpresa es que hoy la agrupación llamada “Unidos Podemos” que es el producto de la coalición de Podemos con el histórico partido “Izquierda Unida” obtendría la segunda votación, poniéndolo encima del Partido Socialista, lo que sería un golpe definitivo al bipartidismo español.

Podemos sigue siendo la gran sorpresa de la política ibérica. Cabe recordar que este partido de centro-izquierda fue fundado apenas en enero de 2014 para las elecciones europeas. Su creación se da luego de las protestas del 15 de mayo de 2011, en la cual jóvenes indignados ocuparon las plazas de todo el país, pidiendo un revolcón en la política económica y una salida a la crisis que llevó al desempleo a más de 6 millones de personas. Varios líderes de esa formación política participación activamente en todo ese proceso y su éxito no se puede entender sin relacionarlo con el movimiento de los indignados.

Independientemente del resultado el próximo 26 de junio, que al parecer va a ser muy bueno para las fuerzas progresistas, son cuatro las consideraciones para explicar el éxito de Podemos.

La primera es su forma de innovar a la hora de hacer política: los medios y las redes sociales han sido fundamentales,la manera de financiarse – cero créditos de los bancos- su propaganda y diseños publicitarios frescos y atractivos visualmente, y las lecciones de política que han dado en vivo y en directo a los periodistas de los principales medios, han sido fundamentales para conseguir votos -deberían ver a Pablo Iglesias en los cientos de videos en Youtube rebatiendo argumentos de manera clara y sencilla-.

La segunda consideración es su vocación colectiva, pues, si bien tienen un líder, esto no ha sido obstáculo para crear círculos y asambleas, y también han diseñado una organización con personas que se encargan de desarrollar tareas específicas y actividades concretas y lo más importante, las decisiones no pasan por una persona, sino que se debaten de manera amplia por sus dirigentes, consultado sus bases.

La tercera es la preparación y la juventud. Sus cuadros políticos son personas con una alta vocación académica, que se han especializado en temas económicos, laborales, internacionales, entre otros y delegan en el parlamento las materias a los miembros que más las conocen. Esto, acompañado de su juventud, imprimiéndole un mayor entusiasmo, y ha sido tal el éxito de las caras jóvenes que han obligado a que el resto de los partidos busquen recambios y personas también jóvenes como encargados de sus respectivas organizaciones políticas.

La cuarta consideración es su programa de gobierno, que apunta a problematizar en los temas más importantes para los ciudadanos de España, de manera que la economía, la corrupción y la unidad de la nación han sido claramente explicadas en sus campañas y su propósito es recuperar los derechos sociales que les han sido arrebatados. Podemos es partidario que en Cataluña y el país vasco sean los ciudadanos a través de una vía democrática los que puedan decidir si quieren seguir perteneciendo a España, propuesta que explica porqué son la primera fuerza política en esas regiones.

Es claro que el Partido Podemos le ha dado un remezón a la política española. Las personas de espíritu progresista deben ver con mucho optimismo todo lo que están haciendo este partido en un país con mucha importancia económica para Europa como lo es España y demuestra que los aires de cambios en el sistema internacional son más que necesarios, porque el principal enemigo sigue siendo el modelo neoliberal y son los ciudadanos despiertos que se interesen por la política los que pueden revertir esa situación. Por eso, aun a la espera de los resultados del domingo 26 de junio ­en el cual todas las encuestas anticipan que ningún partido tendrá mayoría absoluta y los pactos serán necesarios­, tenemos que decir que Podemos ya ganó por la sencilla razón de que hoy es parte imprescindible de la política de su país.

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