De los humedales: I parte

Por: John Alejandro Pulgarín Franco

El 2 de febrero de 1971 se adoptó la Convención sobre los Humedales y es por esto que en esa fecha se celebra el Día Mundial de los Humedales. En la celebración de este año se publicaba un artículo en un medio de circulación nacional (Véase:http://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/colombia-tiene-31702-humedales-articulo-542638) en el que se menciona que según el Instituto Alexander Von Humboldt (IAvH) Colombia tiene 31.702 humedales, un dato relevante ya que éstos ecosistemas hacen parte de la riqueza hídrica del país que nacen en los glaciares, páramos, alta montaña, bosques andinos, subandinos, escorrentías y aguas presentes en la capa freática y subterránea.

Pero el lector se preguntará ¿Qué es un Humedal? ¿Cuál es su importancia? Según Ramsar: "Un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan". Su importancia según Ramsar se debe a que: “Los humedales son vitales para la supervivencia humana. Son uno de los entornos más productivos del mundo, y son cunas de diversidad biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir”. De la misma manera mencionan: “La Convención aplica una definición amplia de los humedales, que abarca todos los lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y marismas, pastizales húmedos, turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, manglares y otras zonas costeras, arrecifes coralinos, y sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas”. Los humedales cumplen una función especial ya que actúan como esponjas que absorben agua durante invierno, y en tiempos de verano la liberan, siendo reguladores del ciclo y las corrientes hídricas.

En el artículo mencionado se señalaba: “de los 1.124 municipios colombianos, estos ecosistemas están presentes en 1.094, donde se concentra el 87% de la población nacional. Además, ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla, que suman unos 12 millones de habitantes, también están localizadas en áreas de humedales”. El dato es importante ya que estos ecosistemas, de la misma manera que los páramos y bosques regulan el ciclo hídrico, y por tanto permiten un abastecimiento de agua, pero recobra más importancia debido a que estos ecosistemas han tenido unos procesos de deterioro debido a las actividades antrópicas como las agropecuarias y la ganadería, la construcción, la deforestación de árboles que crecen a los lados, canalización de las aguas de los humedales y factores asociados al cambio climático, apenas unos de los problemas que afrontan estos importantes ecosistemas. Sin ser alarmista los humedales están en peligro.

En el informe del estado de los recursos naturales de la Contraloría General de la República 2012-2013, se mencionó la necesidad de mapear, a escala precisa, 2.589.000 de hectáreas de los humedales del país, con el antecedente de que el gobierno Santos I (2010-2014) se había comprometido con mapear el 100% de los páramos y humedales a escala 1:25.000, pero según proyecciones del informe a 2015 sólo se podría mapear a dicha escala el 44% de los humedales. Se contrastó está información con el aplicativo Sinergia del DNP, evidenciándose que estos indicadores no se cumplieron y probablemente esas metas podrían quedar de nuevo consignadas en el Plan Nacional de Desarrollo de Santos II (Véalo usted mismo: https://sinergia.dnp.gov.co/portaldnp/default.aspx

Es de mencionar que Colombia desde 1998 hace parte de la Convención de Ramsar, donde hay 177 países, y la cual tiene como misión “la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo”. Además del Decreto-ley 2811 de 1994 que expide el Código de Recursos Naturales y la Ley 357 de 1997 “Por medio de la cual se aprueba la <>, suscrita en Ramsar el dos de febrero de mil novecientos setenta y uno (1971)”. Sin embargo, la realidad expuesta en el informe de la Contraloría demuestra una vez más la debilidad del Estado colombiano y sus políticas de preservación de ecosistemas estratégicos, toda vez que debe existir un sistema de monitoreo y control permanente y constante de estos, además de “identificar” nuevamente los humedales.

Para finalizar, se debe resaltar la labor realizada por el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt Colombia y de algunas corporaciones autónomas regionales, que han enfocado sus esfuerzos para identificar, delimitar y conservar los humedales. No obstante, su labor debe continuar por mantener estos ecosistemas, además de que el Estado realice convenios con universidades, organizaciones ambientalistas y centros de investigación de manera que la gestión ambiental respecto a los humedales sea un esfuerzo multidisciplinario, que involucre a las comunidades locales y que permita garantizar recursos naturales de calidad para las generaciones futuras.

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