La bella obra de Pilar Aparicio

Conmovedora e impactante obra realizada por los sentidos y el azar, cada pieza con su propia historia y un destino orientada a la estética. Ese lenguaje objeto logra fascinar al observador, a los estudiantes y los visitantes en general, todos preguntaron siempre por el mar, por la vida y la muerte; una metáfora de la aucensia que remueve el espíritu, también nos dice que la luz y la sombra es una perfecta unión, donde se encuentra la poesía. El amor está inmerso en el fondo y asimismo en la piel. La gran -Liana con su propia historia construida en cada puerto, recubierta de brillante destellos reflejados en el mar, ese, que siempre ronda a la soledad; un -Huevo que mira a través de sus cristales donde se contiene la vida frágil del cuerpo de barro que se deslíe y, el -Abrazo, cálido para un alma resguardado en cada corazón y recuerdo. -Ónix una profunda esperanza recubierta bajo la superficie en calma, la mirada busca, el pensamiento encuentra esa luz que está en ese pequeño orificio cubierto del negro texturado; un paisaje sonoro que se emerge buscando eco en el sinsentido. Pilar Aparicio hurgó en la mente de los visitantes para colocarnos en un plano cartesiano mirando al norte.

Para decir no a la minería, dos municipios se movilizaron en corto tiempo.

Por: Teresa Consuelo Cardona

Actualmente y desde el 2004, avanza un proyecto para la extracción de material de arrastre del río Amaime, ante la Agencia Nacional de Minería, ANM. El río, que es afluente del Cauca, nace en el páramo de las Hermosas y desciende por la cordillera Central, oxigenando a lo largo de la cuenca tres tipos de bosques ubicados entre los 4.200 y los 900 metros de altitud que abarca un área de más de 100.000 hectáreas, de vital importancia para la estabilidad ambiental del territorio. En su entorno, en poblaciones rurales y urbanas, se asientan unas 450.00 personas. El proyecto de extracción minera está reconocido por la ANM con el contrato de concesión DJM121, en el que las empresas Gravarena Ltda y Arenas Amaime, harán la explotación del río sacando de su cauce 76.000 metros cúbicos, en un tramo cercano a dos poblaciones rurales, con maquinaria pesada. Según se manifiesta en el seguimiento que la misma Agencia hace del contrato, los solicitantes requieren el permiso de la CVC para poder otorgarles finalmente la concesión.